El cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, quien fue nominado al Oscar por la película Silence, de Martin Scorsese, se enteró ocho horas después de que había sido seleccionado.

 

“Me enteré al aterrizar en Taiwán porque no había Internet en el avión, ocho horas después de que se dieron a conocer las nominaciones”, expresó.

 
“Estoy en Taiwán porque vine a dar unas conferencias sobre fotografía y ando ocupado con eso, pero de pronto recibo miles de mensajes y llamadas de amigos y familiares, me quieren hacer entrevistas y todo”, señaló.
“Estoy feliz, pero con mucha adrenalina, muy emocionado”, expresó en entrevista telefónica con Notimex.
Prieto volaba de Nueva Zelanda a Taiwán y no tenía noción de lo que podría pasar; sin embargo, su esposa y sus hijas quisieron prevenirlo de la noticia, aunque les fue difícil hacerle llegar la información.
“En particular mi esposa, ese fue el primer mensaje que vi al aterrizar, me mandó una fotografía de la pantalla con las nominaciones y ahí estaba mi nombre. Ella se despertó supertemprano para ver las nominaciones y de inmediato me mandó la foto, pero no me llegó sino hasta ocho horas después”, explicó.
“Mis hijas también me escribieron, las dos están fuera de Los Ángeles; estamos un poco desperdigados, pero muy felices”, añadió.
Esta es la segunda vez que trabaja bajo la dirección de Martin Scorsese, con quien ya había colaborado en El Lobo de Wall Street, por lo que entiende perfecto el lenguaje del cineasta.
“Curiosamente, desde lo primero que hicimos en El Lobo de Wall Street, inmediatamente le agarré la onda, porque cuando me describe los planos y cómo quiere mover la cámara de cierta manera o no moverla, o la atmósfera que quiere sentir, es muy claro para mí”.
“Tiene una imaginación espléndida y es muy elocuente, describe las cosas de una forma que es fácil para mí imaginarlas, por eso desde el inicio siempre hubo un entendimiento bastante cercano; disfruto mucho trabajar con él”, aseguró.
El cinefotógrafo agradece a los pioneros que “se aventaron” a dejar todo por probar suerte en Hollywood, pues gracias a ellos decidió tomar las maletas y buscar oportunidades en la Meca del cine.
“Yo creo que somos un grupo de cineastas que nos inspiramos los unos a los otros, es como una competencia amistosa. Desde que estaba en México me sentía muy inspirado al ver el trabajo de gente como El Chivo Lubezki, Guillermo Navarro, Gabriel Beristáin y muchos que elaboraban trabajo fotográfico que me llamaba mucho la atención y me hacía pensar en que yo también podía, yo quiero hacer eso”, detalló.