La Arquidiócesis Primada de México llamó a una democratización de medios de comunicación, luego de que el pasado 21 de diciembre fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación los Lineamientos Generales sobre la Defensa de las Audiencias, a través de un Acuerdo del Instituto Federal de Telecomunicaciones, a fin de poner a disposición general en documento para referenciar los derechos de las audiencias contenidos en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, producto de las reformas estructurales cuyos objetivos principales fueron la democratización de los medios de comunicación, promover el acceso a la cultura, la educación, la salud y el ejercicio pleno de los derechos humanos.
A través de un comunicado señaló que la reforma en telecomunicaciones quiso incentivar la competitividad y poner a México a la vanguardia del sector; se creó el Instituto Federal de Telecomunicaciones como órgano autónomo con las facultades para facilitar a los usuarios e interesados la explotación, de forma justa y eficiente, del espectro radioeléctrico propiedad de la nación.
Sin embargo, señala que “esta reforma estructural ha suscitado dudas en lo que parece ser un ataque a la libertad de expresión, no sólo por la forma en la que se ofreció a los mexicanos usuarios en donde se prometió ‘bajar precios’; sin embargo, los objetivos de ‘democratización’ parecen haber quedado sólo en buenos propósitos”.
Afirma que el espíritu de las reformas quiso centrarse en mayores beneficios para los mexicanos a fin de diversificar el mercado en telecomunicaciones; sin embargo, de forma principal, las audiencias deben tener la adecuada protección de sus derechos a través de la legalidad, certidumbre y eficacia. México vive momentos muy difíciles debido a la implementación de reformas que trastocan la sensibilidad social por no haber tenido la visión de futuro y sin ponderación alguna de las consecuencias que impactan, sobre todo, a los más desposeídos.
Finalmente, señala que “se ve un fruto amargo de la reforma en telecomunicaciones, y México afronta otra encrucijada en cuanto a los resultados de la misma”.
“Bien vale recordar por qué el espectro radioeléctrico es propiedad de la nación y, por lo tanto, de todos los mexicanos porque la libertad de expresión no debería estar subordinada al protagonismo indiscriminado de un Instituto en manos de quienes se valen de argucias extralegales para manipular derechos y conciencias”.
jram