TOKIO. Nintendo obtuvo entre abril y diciembre de 2016 un beneficio neto de 102.969 millones de yenes (846 millones de euros), lo que supone un 154 % más del que registró un año antes gracias al impulso en sus ventas por el fenómeno “Pokémon GO” y a un débil yen.
Durante los nueve primeros meses del año fiscal nipón, que concluirá el próximo 31 de marzo, Nintendo registró un beneficio operativo de 26.315 millones de yenes (216 millones de euros), un 38,1 por ciento menos que el ejercicio precedente, informó hoy el gigante nipón de los videojuegos en un comunicado.
Entre abril y diciembre, el histórico fabricante de videojuegos con sede en Kioto (oeste) anotó una facturación por ventas de 311.121 millones de yenes (2.558 millones de euros), lo que supone una caída del 26,9 por ciento.
La evolución negativa en sus ingresos y en su resultado operativo se debió a la fuerte caída de las ventas de la videoconsola doméstica Nintendo Wii U y de sus títulos, ante el próximo lanzamiento de la nueva plataforma, Nintendo Switch.
Nintendo destacó el éxito de ventas de sus títulos “Pokémon Sun” y “Pokémon Moon” para la plataforma portátil 3DS, a la estela de la fiebre global generada por el juego para smartphones “Pokémon GO”.
Este fenómeno, además, propició unos ingresos de 49.100 millones de yenes (403 millones de euros) derivados del aumento del valor de su filial Pokémon Company, propietaria de los derechos de esta exitosa franquicia.
Además, Nintendo se anotó un ingreso extraordinario de 63.500 millones de yenes (522 millones de euros) por la cuantiosa venta del club estadounidense de béisbol Seattle Mariners.
También repercutieron en el aumento de su beneficio neto la devaluación del yen y el éxito de Super Mario Run, el primer videojuego del icónico fontanero Nintendo diseñado para dispositivos móviles, que sobrepasó los 40 millones de descargas en los primeros cuatro días tras su fecha de lanzamiento (15 de diciembre).
A partir de estas cifras y de la tendencia a la baja del yen, Nintendo ha decidido revisar al alza su previsión de resultados para este ejercicio, en los que espera obtener un beneficio neto de 90.000 millones de yenes (740 millones de euros), con lo que multiplicaría por cinco el que se embolsó un año antes.