MADRID. El sueño de cualquier actor es ganar un Óscar, pero si es estadounidense y además tuvo la fortuna de lograr el papel protagonista en una película que retrate la cultura de ese país es mucho más fácil que la suerte esté de su lado, según un estudio que publica hoy el British Journal of Psychology.
La Escuela de Psicología de la Universidad de Queensland realizó un análisis de la distribución, desde 1968, de los galardones a mejor actor y actriz protagonista en los Óscar y en los premios Bafta del cine británico.
Los datos señalan que los actores estadounidenses nominados para esos premios han ganado más del 50 % de las estatuillas tanto en los Óscar como en los BAFTA, de la Academia británica de cine y televisión, además tenían más posibilidades de hacerse con el galardón “si pertenecían al mismo grupo social que los jueces”.
Así, los actores estadounidenses han ganado un 52 % de todos los BAFTA y un 69 % de los Óscar, frente a los británicos que se han hecho con el 18 % de los galardones estadounidenses y el 34 % de los premios cinematográficos de sus país.
Desde 1968 ha habido 97 ganadores del Óscar a mejor actor y actriz y 383 nominados que se fueron con las manos vacías, y el mismo número de galardonados con el BAFTA junto a 331 aspirantes, según los datos del artículo.
El doctor Niklas K. Steffens, director del estudio, señaló que se sabe mucho sobre “los factores que aumentan la capacidad de una persona para tener una actuación excepcional, pero una cuestión diferente es lo que hace que una interpretación creativa sea vista como algo excepcional. Esa es la pregunta que abordamos en esta investigación”.
Y los resultados muestran que “si vemos una actuación determinada como extraordinaria no es solo en función de la cualidad objetiva de la misma”. Para los espectadores “es mucho más fácil” percibir una actuación como “realmente brillante” cuando estos y los actores pertenecen a un mismo grupo social, agregó el psicólogo.
Los datos también señalan que la nacionalidad cuenta para recibir un premio. En los Óscar, los actores estadounidenses han tenido el 67 % de nominaciones, pero logrado el 78 % de las estatuillas y lo mismo se refleja en los BAFTA, donde los artistas británicos suponen el 31 % de las candidaturas y el 42 % de los galardones.
“Pertenecer a un mismo grupo social es aún más importante cuando el valor diagnóstico de un indicador de calidad aumenta, es decir cuando decidimos si algo no es solo excelente sino excepcional”, explicó Steffens.
Otro factor importante para determinar el éxito fue el tema de la película. Así, en los Óscar, los artistas estadounidenses lograron el 88 % de las estatuillas doradas actuando en cintas con temática basada en la cultura EE.UU, frente al 26 % que la lograron con otro tipo de argumentos.
“Existe una tendencia generalizada sobre que nuestra percepción de que una creación es original y excepcional viene dada por sus cualidades objetivas, pero en realidad -aseguró- está fuertemente influenciada por los grupos sociales a los que pertenecemos, que nos dan la base para dar sentido al mundo”.