A Carlos la vida en Puebla no le brindó las oportunidades que esperaba y decidió emigrar a Houston, Texas, para mejorar. Pero desde que Donald Trump llegó a la presidencia, se tiene que cuidar para no ser deportado.

 

 

Empleado en un restaurante de comida rápida, Carlos, quien prefirió guardar el anonimato de su apellido, hizo preguntas sobre la situación política en Puebla y sabía perfectamente que Rafael Moreno Valle fue gobernador del estado (desde el 1 de febrero es Antonio Gali) y se mostró curioso sobre la posibilidad del panista para ser candidato a la Presidencia en 2018.

 
Luego de una sesión de política sobre su estado natal, el cocinero se decidió a hablar de su situación migratoria, no sin dejar de cuidarse del supervisor del restaurante donde labora.

 
“Me enteré que Peña Nieto prometió ayuda en muchos consulados, pero hasta el momento nadie se ha acercado conmigo para brindarme su apoyo, pero si yo pido ayuda, claro que me van a dar toda la asesoría”, aseguró el poblano.

 
Carlos llegó a suelo estadunidense con visa de turista, pero no tiene permiso para trabajar; aun así, afirmó que su calidad de vida es mucho mejor, y hasta presumió algunas cosas: “Tengo una troca 2015 y vivo bien, no tengo lujos, pero hasta puedo mandar dinero a Puebla y salir de compras”.

 
El centro comercial donde se encuentra el restaurante es de ofertas y tiene mucha gente, por lo que el trabajo no cede y hay momentos en los que la plática se interrumpe, aunque con mucho interés, vuelve a darnos su testimonio. Pero hubo un momento de tensión, pues se acercó una policía a comprar una bebida.

 
“Desde que está Trump las cosas han cambiado mucho. Tengo varios amigos que ya prefirieron regresarse a sus casas en México. La verdad es que la presión sí es mucha y Houston es una ciudad con muchos latinos ilegales”, afirmó señalando a varias personas con la mirada.

 
También se atrevió a dar algunos consejos para sus compatriotas que deciden pasar de México a Estados Unidos. “Tengan cuidado no firmen nada que no sea la hoja migratoria, ya que, al hacerlo, renuncias a tus derechos”.

 
Carlos no piensa regresar a su casa y dijo sentirse tranquilo con su estilo de vida, pero aseguró que ahora está más tenso y piensa cuidarse mucho, incluso ya no quiere salir a dar un paseo en sus días libres, pues sabe que en cualquier momento le pueden pedir sus papeles y entonces sí, regresar de la peor manera a Puebla.

 

 
Refugiado en la religión

 
Un salvadoreño, que no quiso dar su nombre, dijo que todo lo que está pasando con Trump y los ataques contra los latinos y hasta los musulmanes, está en la Biblia y hasta prefiere persignarse para protegerse. Se siente más seguro que Carlos, pero afirmó que es Dios quien le protege.