Tuvieron que pasar varias décadas para que se materializara lo que muchos gobernantes de la Ciudad de México deseaban, pero no pudieron conseguir: la creación de una Constitución política que contiene los derechos, pero también las obligaciones de cada uno de los habitantes de la capital del país.
Aprobada el 31 de enero pasado y promulgada el fin de semana pasado por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, esta nueva carta conformada por 71 artículos y dividida en ocho capítulos entrará en vigor de manera gradual; de esta forma, las facultades del Poder Legislativo comenzarán a operar hasta el 17 de septiembre de 2018; las del Ejecutivo, el 5 de diciembre de ese mismo año; y las del Judicial, el 1 de junio de 2019.
Además, los 66 diputados que conforman la Asamblea Legislativa tendrán la encomienda de formar el marco legal, a través de la aprobación de cinco leyes reglamentarias que requiere el texto constitucional para su funcionamiento; tarea que deberá de concluir a más tardar el último día de 2017.
Pero, ¿por qué es tan importante la Constitución de la Ciudad de México? Porque en ella se encuentra plasmada la visión de lo que debe ser la CDMX: una metrópoli progresista, justa y equitativa y que empodera a sus habitantes.
Lo mismo se encuentran en ella temas como la legalización de la mariguana para fines médicos y de investigación, el reconocimiento a los matrimonios entre personas del mismo sexo, el aborto y la eutanasia (aunque por estos dos últimos puntos, la conservadora y retrógrada Iglesia católica, a través de su órgano de difusión Desde la fe, la considera como “una constitución asesina”), la transformación de las delegaciones en alcaldías, la revocación de mandato y la protección de los animales, entre otros rubros.
Aunque para muchos se trata de un catálogo de buenas intenciones, lo cierto es que el texto, en su mayoría, contiene los elementos para dejar de ser ciudadanos de segunda y tener las herramientas necesarias con el fin de decidir el futuro de nuestra capital.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se anotó un gran acierto, pues a pesar de las diferencias que generó su propuesta inicial, a través del diálogo y el consenso, logró que los 100 legisladores, representados en la Asamblea Constituyente, aprobaran el texto que contiene al menos 90% de sus planteamientos originales.
Con la Constitución de la Ciudad de México, Mancera, en contraste con sus antecesores, tiene un logro en las manos que podría usar como carta de presentación en su intento por competir por la Presidencia de la República en 2018. ¿Lo hará?
Otra más de las redes sociales.
Hace una semana en las redes sociales aparecieron “Patriotas” al por mayor, que proponían un boicot a todo lo que oliera a EUA; todo eso se olvidó, y este fin de semana todos fueron, simplemente “Pats”.
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@JuanMDeAnda