Amnistía Internacional acusó al gobierno sirio de Bachar al-Asad de haber ahorcado en secreto a 13 mil personas a lo largo de cinco años en una cárcel cercana a Damasco, como parte de una “política de exterminio”. Según Amnistía, existen “razones para creer que esta práctica perdura hasta el día de hoy”.
Al menos una vez por semana entre 2011 y 2015, dice el informe, se sacaba a grupos de hasta 50 personas de sus celdas para procesos arbitrarios, los castigaban con palizas y los ahorcaban “en plena noche, en absoluto secreto”.
“A lo largo de todo este proceso, tienen los ojos vendados. No saben ni cuándo ni cómo morirán, hasta que se les ata una cuerda alrededor del cuello”, denunció la ONG.
“Cada día, había dos o tres muertos en nuestra ala (…) Recuerdo que el guardia nos preguntaba cuántos éramos”, explicó Nader, un antiguo detenido cuyo nombre fue modificado.
El informe fue difundido dos semanas antes del inicio de una nueva ronda de negociaciones en Ginebra entre el gobierno de al Assad y la oposición bajo los auspicios de la ONU para tratar de poner fin a una guerra que dejó más de 310 mil muertos en casi seis años.
Amnistía Internacional había evaluado en 17 mil 700 las personas muertas en las mazmorras del régimen desde el inicio del conflicto en marzo de 2011. Según la ONG, “esa cifra no incluye a los 13 mil muertos adicionales” mencionados en el informe difundido.
Denuncia
El informe “Matadero humano: ahorcamientos y exterminio masivo en la prisión de Saydnaya” se basa en entrevistas con 84 testigos, incluyendo guardias, detenidos y jueces. Para la ONG, las ejecuciones “constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad”.