La muestra “Tres siglos de grabado de la Galería Nacional de Arte de Washington”, que se podrá visitar a partir de mañana en Ciudad de México, exhibe piezas que retratan las realidades de Estados Unidos de 1710 a 2010 y cómo el intercambio con México influyó en la producción artística de ambas naciones.
La muestra está situada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, institución administrada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Cultura del Gobierno federal y el Gobierno de la Ciudad de México.
“Lo interesante en esta exposición es el intercambio profundo entre los artistas de Estados Unidos y los de México. Hay muchos artistas del norte fascinados por lo que sucedía en México después de la Revolución”, explicó hoy a los medios la curadora asistente de gráfica y dibujo de la Galería Nacional de Arte, Amy Johnston.
Para la elección de los grabados de la exposición, Johnston afirmó que escogió las ilustraciones mexicanas que fueron impresas o grabadas en Estados Unidos para confirmar que tenían una relación directa e hizo los mismo con los trabajos estadounidenses producidos en EU.
Entre los artistas representados en la exhibición están el mexicano José Clemente Orozco (1883-1949) y la estadounidense Elisabeth Catlett (1915-2012), que vino a vivir a México y que acabó convirtiéndose en ciudadana mexicana.
Por otro lado, Johnston apuntó que uno de los pilares de esta relación artística, que empezó a coger fuerza a partir de la década de 1950, son los muralistas mexicanos, como Diego Rivera (1886-1957), que fueron invitados a EE.UU. para hacer murales y grabados, obras que fueron pintadas en Nueva York.
“Espero que la relación continúe de una manera muy positiva en el futuro, en especial con los grabados contemporáneos. Creo que ha habido un gran intercambio entre los artistas que vienen a visitar los talles de grabado en ambos países”, precisó.
La exposición explica la historia de Estados Unidos desde el siglo XVIII a partir de grabados como los del estadounidense Paul Revere (1735-1818), que muestra los disparos de los soldados británicos contra ciudadanos de Boston, evento que tuvo lugar el 5 de marzo de 1770 y se llamó “La Masacre de Boston”.
Según Johnston, Revere hizo muchas copias de este grabado y las distribuyó por toda la ciudad con la intención de encender la ira del pueblo, que acabó levantándose contra el imperio británico cinco años después.
Organizada por la Galería Nacional de Arte de Washington, institución que cumple 75 años, la exhibición incluye también los aguafuertes de James Whistler (1834-1903), impulsor del esteticismo en el grabado -un movimiento que defendía el arte por el arte- y cuyas obras fueron referente para varios artistas.
La exposición también refleja los cambios artísticos que hubo en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, plasmados en la abstracción visceral de artistas como Jackson Pollock o en las esculturas de David Smith.
El capitalismo salvaje, el consumismo desenfrenado y la Guerra del Vietnam fueron las semillas que germinaron en un movimiento contracultura en Estados Unidos, lo que llevó a artistas “pop” como Andy Warhol y Roy Lichestein a adoptar temas “familiares” y utilizar técnicas de los periódicos, los cómics y la publicidad para reflejar la realidad contemporánea.
La exposición, que estará abierta hasta el 30 de abril, exhibe asimismo obras del “pluralismo”, movimiento que nació a finales del siglo XX y que pone a debate el racismo, el sexismo, la homofobia o la xenofobia con el objetivo de revelar prejuicios y crear conciencia.