Si alguien pensaba que nos iba a dejar tranquilos por un rato…, ¡pues no!
Donald Trump arremetió de nuevo con la historia del muro fronterizo, y para echarle un poco más de chile piquín al tema, no sólo dijo que él no bromeaba, sino que involucró a Israel en sus comentarios.
(¿Recuerdan el tuit del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu? Hace una semana escribió en la Red: “El presidente Trump tiene razón. Yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Detuvo toda la inmigración ilegal”).
Bueno, ahora, ante todos los alguaciles estadunidenses, el magnate de la Casa Blanca sostuvo ayer:
“El muro se está diseñando ahora. Muchos dicen que estaba bromeando… ¡Claro que no estaba bromeando! No bromeo. Vamos a tener un muro. Va a ser un gran muro. ¿Los muros funcionan? Sólo pregúntenle a Israel… Funcionan si están bien hechos”.
¿Y quién se encontraba esta vez en Washington mientras Trump hacía estas declaraciones y presumía que el muro estaba ya “en proceso de diseño”?
Sí, otra vez el canciller mexicano Luis Videgaray. Concurría a la primera reunión oficial con su homólogo, Rex Tillerson.
¿Qué dijo Videgaray tras su encuentro con el secretario de Estado de los Estados Unidos?
Sí, de nueva cuenta la palabreja: “Constructivo” (aunque en el trasfondo del encuentro asomara la posibilidad de implementar en México un Plan Colombia).
Pero quizás sea más elocuente el hecho de que no hubo una reprogramación de la reunión suspendida entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump.
¿Fecha próxima para un encuentro? “No por ahora…”, repuso Videgaray escuetamente.
Y sí, quizás sea lo mejor por ahora. Dejar de lado las prisas y andar el camino con un poco de calma.
Rapiña política.- ¿Qué salida podría darse al momento por el que hoy transita nuestro país?
Marco Adame apunta hacia algo semejante a lo realizado durante la transición española: un gran acuerdo nacional.
Sólo que –se lamenta el ex gobernador de Morelos y actual coordinador de la Comisión de Asuntos Internacionales del CEN del PAN- nuestros dirigentes piden unidad, pero ni siquiera saben para qué o en torno a qué.
Llaman a marchar, pero no hay dirección. Quien debería convocar no puede convocar. En la necesidad de una salida nacional nos quedamos con una posición patriotera…
Desde su punto de vista, donde la confusión y la improvisación en las reacciones del gobierno mexicano ante los desafíos que lanza el mandatario estadunidense Donald Trump.
¿Quién convoca y a qué?, pregunta. Los convocantes secundarios (léase el presidente del PRI, Enrique Ochoa) no tienen respuesta. A río revuelto, protagonismos y populismos levantan las ganancias de la tragedia nacional.
Lo que vemos hoy, apunta el panista, es “rapiña política”, y “eso es peor que la amenaza de fuera”.
GEMAS. Obsequio del senador Patricio Martínez (PRI): “De ninguna manera aceptaríamos un Plan Colombia para México, porque el problema son ellos. ¿Cómo piensan someter a México a una incursión de tropas, a quién van a perseguir? No se puede permitir ninguna expedición de tropas estadunidenses en México”.