MADRID. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, fue reelegido hoy como líder del Partido Popular (PP, centroderecha) con el apoyo del 95.95 % del voto de los compromisarios del XVIII congreso nacional de su formación política.
Rajoy ha sido el único candidato a presidir el PP, y los afiliados asistentes a este congreso han ejercido su derecho a voto en las urnas habilitadas después de que el jefe del Ejecutivo español interviniese ante el plenario para pedir la confianza de los suyos.
Tras su reelección, el político agradeció a sus compañeros de formación el “cariño y la generosidad” con la que siempre le ha tratado el partido, al tiempo que señaló “estar realmente emocionado”.
Acompañado por su esposa, Elvira Fernández, y por la plana mayor del PP, Rajoy destacó que es “un honor” presidir un partido al que pertenece desde que, muy joven, en su natal Pontevedra (noroeste), comenzara a pegar carteles.
Recordó que su trayectoria en las filas populares ha circulado en paralelo a la historia del partido, que “ha estado en todos los sitios importantes” desde que la democracia se instalara en España.
“Para mí ha sido algo enormemente grato todo esto, porque trabajo en lo que creo, para que las cosas vayan mejor”, ha añadido.
Con anterioridad, el líder del PP expresó su intención de seguir al mando del partido para defender la unidad de España y hacer frente al “populismo” que en su opinión se extiende por Europa.
Rajoy intervino en la segunda jornada del Congreso de su partido para defender su candidatura a la presidencia del partido, que ejerce desde 2004 y que mantendrá durante cuatro años más.
Ante los delegados asistentes al décimo octavo Congreso del PP explicó que mantendrá el actual equipo de dirección, con Dolores de Cospedal (también ministra de Defensa) como secretaria general o “número dos”.
La única novedad es que el responsable de Organización, Fernando Martínez Maíllo, asumirá nuevas competencias que Cospedal cederá para que pueda desarrollar con más operatividad su cargo de ministra y, al mismo tiempo, evitar que acumule demasiado poder y equilibrar el reparto de competencias en el partido.
Rajoy ha llegado a este congreso sin oposición interna, después de estar al frente del Ejecutivo español desde diciembre de 2011, superar los peores momentos de la crisis económica y revalidar su puesto a finales de octubre, pasado, después de diez meses de interinidad en la que su Gabinete careció de competencias plenas ante la falta de acuerdo entre los partidos.
Hoy recordó esos momentos “de extrema dificultad”, tanto los derivados de la crisis, como los de la interinidad, en los que “nos han querido cerrar el paso, arrinconarnos”, pero con el resultado de que el PP sigue al frente del Gobierno de España.
Y ello, según Rajoy, porque el PP es un partido que defiende el mismo mensaje y la misma política en toda España, una alusión crítica a sus rivales de izquierda.
“Ofrecemos sentido común y moderación. No defendemos revoluciones”, dijo el dirigente conservador, que en marzo cumplirá 62 años y que no ve su final en política: “Todavía puedo dar mucho más”.
Los únicos momentos de tensión se han vivido en el debate de los documentos políticos que marcan el modelo de partido y sus planteamientos.
Así, fue rechazada por pocos votos una iniciativa que pretendía limitar la acumulación de cargos y que era vista como un intento de recortar el poder de Dolores de Cospedal.
En otros puntos polémicos el PP ha pasado por encima, como en el debate acerca la gestación subrogada o “vientres de alquiler”, que empieza a abrirse paso en España y que ha solventado con un acuerdo para recurrir primero a los expertos en la materia y escucharlos antes de decidir un posicionamiento político en nombre de todo el partido.
En cuanto a la limitación de mandatos de cargos públicos, ni siquiera ha llegado a debatirse en el congreso del PP, porque la única enmienda que quedada reclamándola se ha retirado antes de iniciarse el debate de la ponencia de estatutos.
Por lo que respecta al aborto, que suscita discrepancias en un partido en el que conviven un sector tradicional con otro liberal, el documento aprobado dice que se trata de un “fracaso de la sociedad” sobre lo que hay que facilitar “la más completa información” de sus riesgos.