México prepara la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) de 2017, la primera reunión de los cancilleres de la región con el nuevo Gobierno estadounidense de Donald Trump.

 

Ciudad de México acogerá en julio la cita anual de la OEA en medio de la “inquietud” de los países del continente por el nivel de “compromiso” de Trump con los organismos multilaterales, explicó en entrevista con Efe el embajador mexicano en la organización, Luis Alfonso de Alba Góngora.

 

La primera Asamblea anual de la OEA en México llega, además, en un momento de tensión diplomática entre el país anfitrión con Estados Unidos por la insistencia de Trump en que el vecino del sur pague el muro que ha ordenado construir en la frontera común.

 

“La relación se ha complicado enormemente”, admite el embajador, pero “de ninguna manera” se ha llegado “a un punto de inflexión”, sino que “los contactos de muy alto nivel se han mantenido”.

 

Entre ellos, la reunión esta semana del canciller mexicano, Luis Videgaray, y el nuevo jefe de la diplomacia de EU, Rex Tillerson, en Washington y la visita de este a México “en las próximas semanas”.

 

La Asamblea de la OEA sería “una gran oportunidad” para Tillerson de dialogar con los cancilleres del continente, y viceversa, por lo que De Alba confía en que Estados Unidos envíe a la reunión a su máximo representante diplomático.

 

“Sería algo que nosotros esperaríamos, desde luego. Primero porque se trata de la primera Asamblea de la nueva Administración y es una oportunidad extraordinaria para encontrarse con todos los cancilleres, y también por la importancia que él (Tillerson) le da a la relación con México“, indica el embajador.

 

“Creo que son varios los factores que harían pensar que (Tillerson) no solo participará sino que lo hará de manera activa”, agrega.

 

Sin embargo, en los pasillos de la OEA preocupa qué compromiso tendrá la nueva Casa Blanca con los organismos multilaterales, sobre los que Trump se ha mostrado crítico desde su campaña electoral.

 

“La inquietud principal ahorita es la actitud frente al conjunto de las instituciones, la OEA no va a ser tratada de manera separada sino que va a ser parte de una visión de conjunto”, señala De Alba.

 

El cambio de Gobierno en Estados Unidos representa “retos y oportunidades” para la OEA, un organismo que tiene su sede en Washington y al que Estados Unidos aporta alrededor del 60 % de los fondos.

 

México apuesta por aprovechar la nueva coyuntura para reducir el porcentaje que la cuota estadounidense representa sobre el total del presupuesto de la organización.

 

“Sin que Estados Unidos reduzca su cuota, que seamos otros los que entremos en el relevo y así el porcentaje sea más equilibrado”, explica el embajador, que apuesta también por acabar con el “abismo” que hay entre las aportaciones de Brasil, Canadá y México y el resto de países.

 

Entre los “retos” que presenta el Gobierno Trump, el embajador destaca las medidas migratorias y de refugiados, que han suscitado “múltiples expresiones de preocupación” en los países de la región y también de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano autónomo de la OEA.

 

El Consejo Permanente de la OEA, sin embargo, no se ha reunido desde la investidura de Trump y, por tanto, no ha abordado todavía el polémico veto temporal a los refugiados y a inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, ahora bloqueado por la Justicia.

 

“Tenemos que reiterar cuáles son los marcos legales y políticos que en conjunto hemos aprobado y refrendar su vigencia, y eso va a ser parte de los trabajos en los próximos meses y en la Asamblea estará vigente”, apunta el embajador.

 

Para México “es un privilegio” ser sede de la Asamblea “en un momento de definiciones importantes”, con “cambios y retos” en la región, que van más allá de la llegada de Trump a la Casa Blanca.

 

Entre ellos, las “dificultades” que enfrenta el proceso de mediación en la crisis política de Venezuela, los “avances” en la disputa territorial entre Belice y Guatemala, o el progreso en la lucha contra la corrupción en Honduras, enumera.

 

La crisis venezolana, que acaparó toda la atención en la Asamblea de la OEA en Santo Domingo el año pasado, se ha “agravado”, como concluyó este viernes el secretario general de la organización, Luis Almagro.

 

Pero México no teme que Venezuela o la tensión por el muro de Trump se lleven el protagonismo en una Asamblea que “tendrá muchos temas interesantes”, con una “discusión mucho más abierta”, y en la que no se verá el “contraste” que hubo en Santo Domingo (República Dominicana) entre la agenda oficial prevista y el tema que acabó centrando el encuentro.

 

México prevé presentar su propuesta formal de formato y fecha en las próximas semanas ante el Consejo Permanente, que en marzo escuchará la presentación del canciller.
JMS