Antes de tomar alguna determinación sobre la reducción del número de diputados y senadores que integran el Congreso de la Unión, es preciso analizar de manera cuidadosa los efectos que esa modificación tendría sobre el sistema de partidos y gobierno de México, afirmó la magistrada Janine M. Otálora Malassis.
Frente a las propuestas planteadas por algunos partidos en ese sentido, la magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), indicó que se deben estudiar también los costos y beneficios que conllevaría la reducción del tamaño de las cámaras.
Además, se deben evaluar los diversos mecanismos que se podrían emplear para lograr los objetivos buscados en términos económicos, pero sin afectar los equilibrios de pluralismo y representación.
“Asumiendo esta perspectiva analítica, el resultado de la reducción del tamaño del Congreso permitiría ganar poco en términos económicos para perder mucho en términos de representación política”, dijo.
Esto es, “al reducir la Cámara de Diputados se estaría afectando la posibilidad de los partidos minoritarios de acceder a una representación justa, agravando aún más la desproporcionalidad propia de nuestro sistema”, abundó la magistrada.
Otálora Malassis, quien presentó la conferencia magistral “Sistemas electorales y jurisdicción constitucional en América Latina. Algunas experiencias comparadas”, impartida por el politólogo alemán Dieter Nohlen-, recalcó que se debe reconocer la disposición de la clase política de reducir los espacios de representación.
“Pero al mismo tiempo debemos advertir las posibles desventajas de la iniciativa para poder perfeccionar el sistema de nuestras instituciones”, remarcó.
En el evento efectuado en el auditorio José Luis de la Peza, recordó que México se ha tardado casi tres décadas en alcanzar el pluralismo.
Por ello, expuso, la prioridad debe ser conservar este equilibrio como el mecanismo necesario para articular la diversidad de intereses, visiones e ideologías presentes en la sociedad mexicana.
“Y, precisamente hoy, ante los desafíos del mundo cambiante, globalizado y cada vez más diverso, se deben redoblar los esfuerzos para proteger a las minorías y con ello fortalecer la democracia”, agregó.
A su vez, Dieter Nohlen, señaló que los sistemas electorales continúan siendo un gran desafío para la ciencia política, pues permanecen en ellos varias debilidades, sobre todo conceptuales y clasificatorias.
Es por ello, continuó, que el juez electoral o constitucional requiere de un conocimiento de la sistemática electoral para cumplir bien con su función de tomar decisiones en controversias sobre esos sistemas electorales, a veces en condiciones en que no existen normas constitucionales o legales claras en las qué sostenerse.
“En América Latina se sigue subestimando la importancia de los elementos que componen un sistema electoral, se escogen elementos que a veces no permiten una comprensión de cómo funciona el sistema referido”, dijo el especialista en temas de ciencias políticas y democracia.
“Es usual hablar de la representación proporcional, se cita la respectiva disposición constitucional, el principio proporcional que debe informar el sistema electoral; sin embargo, sin descripción de los componentes de tales sistemas de representación no se puede certificar de qué tipo de sistema electoral en objeto se trata”, añadió Nohlen.
jram