WASHINGTON. El actor Ashton Kutcher ha hecho un llamamiento al Congreso de Estados Unidos para combatir la explotación sexual infantil, una lacra contra la que el intérprete lucha a diario desde su fundación Thorn.
“He estado en redadas del FBI en las que he visto cosas que nadie debería ver. He visto un vídeo de una niña de la misma edad que la mía (2 años) violada por un estadounidense que estaba en Camboya de turismo sexual”, afirmó Kutcher con los ojos lagrimosos.
“He conocido a víctimas traídas desde México, víctimas en Nueva York, en Nueva Jersey, por todo nuestro país”, agregó.
It’s not just my job, it’s my duty to the global community. Everyone has the right to pursue happiness. https://t.co/kMJK1SyN6R
— ashton kutcher (@aplusk) 16 de febrero de 2017
El actor protagonista de “That ’70s Show” o “Two and a Half Men”, compareció este miércoles en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado de EU para pedir a los congresistas que apoyen los esfuerzos de su organización para combatir la explotación sexual infantil.
Fundada en 2012 por Kutcher y su entonces esposa, la actriz Demi Moore, Thorn es una organización que diseña software para localizar a las víctimas de la explotación sexual infantil en internet, principal mercado (63 %) de compra y venta de niñas y niños según uno de sus estudios.
Kutcher explicó que una de las herramientas creadas por Thorn, llamada Spotlight, logró identificar a 6.000 víctimas en tan solo seis meses.
“La tecnología puede utilizarse para permitir la esclavitud, pero también para desactivarla. ¿Podemos diseñar unas herramientas mejores que las suyas para combatir lo que está sucediendo?”, dijo el actor en el Senado.
Kutcher reveló que, en una ocasión, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) pidió ayuda a Thorn después de investigar durante tres años los abusos sexuales a una niña que entonces tenía siete y ser incapaces de encontrar al culpable.
“Éramos la última línea de defensa. Un actor y su fundación”, exclamó el actor, quien confesó que no pudieron ayudar al DHS a localizar a la víctima y que en ese momento eso le “destrozó”.
“Durante los siguientes tres meses, tuve que acostarme cada noche pensando que esa niña seguía siendo víctima de abusos y que si hubiera creado el software correcto la hubiésemos podido salvar”, añadió.
jr