WASHINGTON. El diario The Washington Post cuestionó hoy el objetivo de las redadas iniciadas la semana pasada bajo una nueva directriz del presidente estadunidense Donald Trump, sugiriendo que el propósito real es aterrorizar a la comunidad de inmigrantes a través del país.
“Es difícil imaginar qué propósito se sirve al centrarse en los inmigrantes con antecedentes limpios, a menos que el objetivo sea instilar el terror en las comunidades de inmigrantes”, afirmó el diario en un editorial publicado este jueves.
La semana pasada agentes de la Oficina de Aduanas y Migración (ICE) detuvieron a más de 600 inmigrantes indocumentados durante redadas llevadas a cabo en ciudades a través de 11 estados del país.
Las redadas se efectuaron al amparo de una orden ejecutiva que, emitida por Trump semanas atrás, amplió la definición de criminalidad de manera tal que ahora alcanzará a cualquier inmigrante indocumentado acusado de un delito o incluso sospechoso de haber violado una ley.
Aunque el Departamento de Seguridad Interna (DHS) y el propio mandatario insistieron que el propósito de las redadas no difiere de las que se llevaron a cabo durante la administración del presidente Barack Obama, porque se enfocaron en criminales, funcionarios de la ICE parecieron ponerlo en duda.
Durante una conferencia telefónica con periodistas, David Marin, un funcionario de la ICE en Los Ángeles, justificó las redadas diciendo que “los criminales peligrosos que deben ser deportados están siendo liberados en nuestras comunidades”.
The Washington Post hizo notar empero que Martin reconoció que unos 40 de los aproximadamente 160 inmigrantes indocumentados detenidos en el área de Los Ángeles, habían sido convictos por delitos menores y en algunos casos no tenían antecedentes penales en absoluto.
“¿Cómo es que esos 40 cuentan como ‘criminales peligrosos’ que deberían ser deportados?”, se preguntó el rotativo.
El diario hizo notar que de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima viven en el país, la mayoría ha estado en este país por más de 15 años, y aproximadamente ocho millones de ellos son parte de la fuerza laboral activa.
“Un gran número tiene hijos, cónyuges y otros familiares que son ciudadanos estadunidenses o residentes legales permanentes. Son parte del tejido de este país, y deportarlos en masa es un error”, precisó.
jr