San Diego (EE.UU.), 17 feb (EFE).- Varias personas se congregaron hoy en el lado mexicano de la frontera EEUU-México, en la zona de Tijuana y San Diego, donde construyeron un “muro humano” en solidaridad con los inmigrantes y en protesta por la política migratoria del presidente Donald Trump.
Pese a las inclemencias del clima, decenas de personas acudieron a la parcela mexicana del emblemático Parque de la Amistad, en respuesta a un llamado de unidad hecho por políticos mexicanos desde la capital de su país.
En primera instancia, la intención era formar un “muro humano” binacional con participación simultánea tanto en el lado mexicano como en el estadounidense, pero, según indicaron los activistas, la intensa lluvia que se registra hoy en el sur de California dificultó el acceso desde San Diego hacia la playa en donde se realizaría la acción.
La cadena humana, conformada principalmente por integrantes de organizaciones civiles, legisladores mexicanos e inmigrantes originarios de México, El Salvador y Haití, se manifestó con gritos de “ningún ser humano es ilegal” y “no más muros”, en rechazo a la propuesta del presidente de Estados Unidos de construir un muro en la frontera.
“Queremos que todo el acto de odio que se ha venido registrando en todo Estados Unidos se convierta en amor, que se convierta en buenos vecinos, que no haya divisiones”, dijo a Efe Laura Díaz, presidenta de Monumento Nacional de Migrantes, uno de los organismos detrás de la convocatoria en Tijuana.
Varios inmigrantes deportados también quisieron unir su voz e hicieron presencia en el acto para mandar un mensaje de paz frente a un sitio tan simbólico como el muro fronterizo.
Claudia Celaya, una inmigrante salvadoreña que fue deportada de Estados Unidos hace diez años, señaló que este es el momento en que la comunidad hispana debe hacer escuchar su voz, porque la retórica antiinmigrante no afecta solamente al pueblo mexicano.
“Como salvadoreños también nos vemos ofendidos, todos somos latinos, no solo se ofende a México cuando Donald Trump habla de muros”, manifestó a Efe la inmigrante que ahora reside en Tijuana, México.
“Ahora es el tiempo en que nos debemos unir y alzar la voz para demostrar lo importante que somos, los latinos unidos vamos a salir adelante”, agregó la mujer quien dijo no perder la esperanza de regresar algún día con su familia en Maryland de manera legal.
Tomados de la mano, los integrantes del “muro humano” entonaron el himno nacional mexicano y ondearon la bandera como gesto de solidaridad.
Activistas aseguraron que con estas acciones, los inmigrantes, que saben lo que es vivir en la incertidumbre, buscan que sus compatriotas del otro lado del muro encuentren tranquilidad en medio de la adversidad.
“Es el momento de demostrar unidad, que estamos juntos y el que estemos tomados de la mano significa resistencia y creo que este es el momento de decir que no necesitamos muros, necesitamos puentes”, comentó Yolanda Varona, presidenta del grupo Madres Deportadas Internacional.
La activista lamentó que se haya desatado el terror en comunidades inmigrantes ante la proliferación de operativos y redadas por parte de las agencias migratorias.
“Quieren que la gente tenga miedo, que opten por salir por su propio pie”, aseguró.
Recordó también que aquellos que intentan llegar sin documentos a Estados Unidos lo hacen por necesidad de mejores oportunidades y “no por gusto o capricho”.
“Es nuestra manera de sobrevivir, nuestro país está pasando por una crisis muy grande”, añadió la madre de familia deportada de Estados Unidos.
Moisés, un trabajador de construcción mexicano que fue deportado de Nueva Jersey hace cinco meses, manifestó que se motivó a participar en la acción de hoy, para al igual que su profesión, “construir un muro humano, pero con hoyos para que podamos pasar”.
El padre de familia que vivió en Estados Unidos por 18 años, subrayó que ninguna barrera física es capaz de quitarle la ilusión de volver a casa (en EE.UU.) con su esposa e hijo.
“Eso no va a detenernos, (Trump) puede poner cuatro o cinco muros, nosotros vamos a buscar la manera de regresar con nuestras familias”, resaltó.
A su vez, la senadora mexicana Luz María Beristain reiteró que desde la capital del país se estará impulsando iniciativas para que los consulados en Estados Unidos reciban los recursos necesarios para defender legalmente a sus connacionales.
Beristain lamentó el hecho de que “un puñadito de personas” atenten contra la buena colaboración que ha existido entre los dos países vecinos, aunque consideró que esta puede ser una oportunidad para que México evalúe sus modelos económicos.
El movimiento del “muro humano” se replicó también en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso (Texas), a la que acudieron cientos de personas.