Lo que inició como una aventura culinaria, solicitada por cientos de migrantes haitianos que hace meses llegaron a Tijuana, hoy se vislumbra como una propuesta más a la diversidad gastronómica de esta ciudad.
La comida haitiana es una opción a la que José Luis Bernabé le apuesta para quedarse en Tijuana, aún después de que los migrantes haitianos se trasladen al vecino país o se queden en esta frontera.
“Si tenemos comida china, japonesa, cubana y muchos otros tipos, por qué no habría de quedarse la comida haitiana, es una propuesta diferente que le puede gustar a la gente”, manifestó Don Pepe.
Estos particulares platillos fueron solicitados en un principio por varias mujeres haitianas que buscaban degustar alguna comida, al menos parecida a la que ellos preparan, platillos a base de arroz y pollo frito.
“Ellas pidieron a mi esposa, Fausta Rosalía, que les permitiera trabajar en nuestra fonda para preparar sus alimentos, por lo que me propuso aventurarnos y apoyar a los haitianos que no tenían qué comer porque no les gustaba nuestra comida (mexicana)”, dijo.
Así, los migrantes haitianos cambiaron el menú de la “Lonchería Dulce”, que funciona dentro de un taller mecánico, ubicado a unas cuadras de la garita de San Ysidro, en pleno centro de la ciudad.
Dicho lugar era conocido por las quesadillas y el bistec ranchero que prepara Fausta Rosalía, pero que cambió, en principio por platillos de arroz y pollo frito, aunque en la actualidad son varias las opciones de comida haitiana que ofrece.
Lonchería Dulce
4 platillos típicos de Haití se venden actualmente en este lugar de Tijuana.
250 órdenes de pollo con arroz frito se vendían originalmente, ahora son 400 del menú existente
3 mujeres haitianas se sumaron a la fonda para expandir la gastronomía del lugar