El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, alertó hoy en México que hay una “peligrosa tendencia” que trata a los migrantes como “chivos expiatorios”, e invitó a todos los países que están en contra del “vilipendio” a estas personas a poner más de su parte.
En la firma de un acuerdo entre la Oficina del Alto Comisionado y el Gobierno de México en la capital del país, Zeid Ra’ad Al Hussein se dirigió a los asistentes a través de un mensaje televisado en que expresó la preocupación del organismo por un problema que se está dando “no solo en el continente americano, sino en otras partes del mundo”.
“Cada vez más a las personas migrantes se les trata como chivos expiatorios y aquellos en situación irregular están siendo criminalizados, detenidos y deportados, a menudo sin el debido proceso”, alertó.
Aludiendo indirectamente al muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende construir a lo largo de toda la frontera con México, dijo que se están estableciendo “barreras aún más altas” para disuadir a los migrantes, pero que eso “solo les fuerza a usar canales más peligrosos”.
El alto comisionado pidió una respuesta del resto de países, y pidió que aquellos que rechacen “el vilipendio y la estigmatización de los migrantes pueden y deben hacer más, y mostrar su liderazgo poniendo ejemplo”.
Zeid aplaudió los esfuerzos del Gobierno mexicano para dar más información a sus ciudadanos que residen en el extranjero, para así brindarles mayor protección frente a las medidas anunciadas por el Gobierno de Trump contra los indocumentados.
Extendió una invitación a todos los Estados “no solo a proteger a sus connacionales, sino también a revisar sus propias políticas migratorias” para constatar si están basadas en los derechos humanos.
Respecto al acuerdo con el Gobierno mexicano, con el que las partes refrendaron su voluntad de seguir trabajando juntas, dijo ser consciente de que el país enfrenta “numerosos retos de derechos humanos”.
Aprovechó la ocasión para manifestar su “compromiso con la resolución de casos emblemáticos”, como la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa, ocurrida en septiembre de 2014.
“Quiero reiterar mi apoyo inquebrantable a las víctimas y sus familiares (…) y la disposición para apoyar todo esfuerzo dirigido a asegurar que los hechos sean establecidos y la justicia sea lograda”, declaró.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó en un boletín que el documento con la ONU da fe de los avances alcanzados hasta la fecha y busca modernizar el marco de operación que dará continuidad a la “fructífera” colaboración entre las partes, sin dejar de lado a las diferentes organizaciones de la sociedad civil.
Este instrumento es “una muestra de la firme voluntad del Gobierno de México por atender los desafíos en materia de derechos humanos que prevalecen en el país” mediante la colaboración con actores nacionales e internacionales, sentenció la SRE.
En la firma del acuerdo estuvieron presentes el representante en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Jan Jarab; el titular de la SRE, Luis Videgaray, y el subsecretario para Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, entre otras personalidades.