El titular de la PGR, Raúl Cervantes Andrade, encabezó ayer el reconocimiento de inocencia y disculpa pública hacia las mujeres indígenas de la etnia hñáhñú Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, quienes fueron detenidas y sentenciadas por el delito de secuestro que no se comprobó.
En una ceremonia que tuvo traducción al hñáhñú, el funcionario dijo que la PGR se compromete a garantizar que hechos como los que se imputaron a las tres mujeres no vuelvan a repetirse, con medidas como el diseño de una nueva arquitectura institucional al interior de la PGR, que aseguren una justicia incluyente y efectiva.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró que la aspiración primordial de la dependencia es proteger y garantizar la dignidad humana, como son las mujeres indígenas; “se busca justicia y verdad”, puntualizó.
Comentó que a pesar de que no se pudo comprobar la participación de Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González en los delitos que se les imputaron, se determinó su culpabilidad y fueron privadas de sus libertad “durante un tiempo que ningún acto público podrá regresarles; y posteriormente les fue negada por parte de la PGR una indemnización por el daño causado”.
Cervantes Andrade reconoció también la labor que cada día realizan las personas defensoras de los derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil, e instituciones públicas nacionales e internacionales para proteger los bienes esenciales que garanticen una vida digna, libre de violencia y discriminación.
El procurador mencionó que las tres mujeres indígenas, al exigir lo que por justicia les corresponde, dieron un mensaje de verdadera democracia al país y movilizaron al Estado hacia su verdadera función, cumplir con lo que mandata la Constitución mexicana.
Cita:
“A usted Jacinta Francisco Marcial, reconozco públicamente su inocencia, respecto de los delitos de los que se les acusó y por los que fue privada de su libertad”
Raúl Cervantes Andrade, titular de la PGR