El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl González Pérez, dijo que, tras la investigación del organismo, se determinó que algunos policías federales que participaron en el operativo de desalojo de manifestantes en Nochixtlán del 19 de junio de 2015 sí llevaban armas de fuego, además de que hubo un mal aseguramiento del lugar de los hechos y los testimonios recabados por las autoridades son contradictorios.

 

 

“Cerca de las 8:50 horas se reporta por radio al Centro de Mando de Policía Federal los primeros disparos y se solicita apoyo. Pasadas las 9:00 horas, al recibir una segunda llamada para pedir apoyo, el Grupo de Coordinación Interinstitucional en Oaxaca decidió que personal de la División de Gendarmería de la Policía Federal acudiera en apoyo y rescate de los elementos que se encontraban en Nochixtlán y que algunos elementos fueron armados”, dijo González Pérez durante la presentación a diputados del informe de la investigación del caso Nochixtlán.

 
Además de eso, González Pérez indicó que encontraron varias deficiencias en las pesquisas que ha realizado la autoridad para encontrar a los responsables de que el operativo terminara con ocho muertos y 190 personas lesionadas. Alejandro Suárez

 

Irregularidades

 
– Indebida preservación del lugar de los hechos

 
-Diversas evidencias no fueron resguardadas o removidas

 
-Se detectaron contradicciones en testimonios que deben ser contrastados con evidencia física.

La presentación del informe de la CNDH se dio horas después de que la Procuraduría General de la República anunciara que suspendía las diligencias en Nochixtlán, debido a que la CNTE convocó a vigilar el trabajo de los peritos, lo cual fue considerado como un ambiente de riesgo