Las instituciones del Estado mexicano deben encontrar la manera de frenar la entrada de armamento con un control más minucioso en las aduanas, sostuvo el director general del Inacipe, Gerardo Laveaga.
El titular del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) sugirió actuar de manera similar a como hacen en sentido inverso las autoridades de Estados Unidos para cruzar hacia su territorio.
El Inacipe organizó el debate denominado “Tráfico de armas”, donde se analizó la problemática que genera la entrada de armamento al país, el beneficio que obtiene la delincuencia organizada y los riesgos para la población civil en zonas donde hay principios de descomposición social.
En el acto participó también el titular del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), Inocente Fermín Hernández Montealegre.
Expuso que la llegada de armamento a México no sólo se da en la frontera norte, sino que también pasan armas por la frontera sur principalmente desde Guatemala donde la ley permite la portación libre a los ciudadanos.
Los principales demandantes de armamento son los grupos de la delincuencia organizada, que las utilizan tanto para el combate con grupos rivales como para el ataque a instituciones de seguridad del Estado mexicano, advirtió.
Indicó que de 2010 a la fecha se han asegurado más de 142 mil armas en México, de las cuales 62 por ciento corresponde a largas y el restante 38 a cortas.
Hernández Montealegre agregó que los estados donde se ha asegurado la mayor parte del armamento son Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa, entidades con predominante presencia de los cárteles de las drogas en el país.