El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría poner en peligro el abastecimiento de agua en el oeste del país, por su “enfoque imprudente” hacia las relaciones con México, advirtió un estudio del Centro para el Progreso Estadunidense (CAP).
El CAP, un centro de orientación progresista ubicado en Washington, hizo notar que los derechos al agua del río Colorado están determinados por el tratado de 1944 que expira a finales de 2017 y que la administración Trump deberá negociar con México.
“Una descompostura de las relaciones entre Estados Unidos y México podría poner en peligro lostratados, poner más tensión en los abastos de agua y detonar condiciones de escasez con un impacto devastador sobre empleos y economía”, señaló su autor Ryan Richards.
“La búsqueda de un muro fronterizo incrementaría las complicaciones. De manera similar al resto de la frontera Estados Unidos-México, la región fronteriza a lo largo del río Colorado tiene comunidades que están en estrecha proximidad una de la otra”, precisó el análisis.
Actualmente más de 35 millones de estadunidenses y dos millones de hectáreas de riego dependen del agua potable del río Colorado, aunque se encuentran a su nivel más bajo de los últimos 100 años debido a condiciones persistentes de sequía.
En 2012, la administración del presidente Barack Obama anunció la llamada minuta 319, que permitió a México mantener la porción de su dotación de agua del lago Mead para uso futuro.
El CAP destacó que el acuerdo entre autoridades estadunidenses y mexicanas resultó entonces en beneficios compartidos de dar a México un nuevo espacio de almacenamiento, el tiempo que se incrementaron los niveles del agua en el lago para evitar escasez.
En 2014, una porción del agua del lago Mead fue liberada en un flujo de ocho semanas de duración, lo que permitió al agua llegar al delta por primera vez en años.
El CAP apuntó que en virtud de que la minuta 319 expira a finales del presente año, la nueva administración Trump necesita asegurar que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) continué las negociaciones bajo el tratado bilateral de 1944.
“El liderazgo es necesario para colaborar con el gobierno mexicano y para futuros acuerdos sin mostrar preferencias innecesarias por algún usuario particular del agua”, añadió.
De acuerdo con el CAP, las proyecciones del nivel del agua para el lago dan un sentido de urgencia a las discusiones con México sobre las asignaciones en la reserva, fin de evitar que se detonen episodios de escasez en el abasto del líquido.
El análisis destacó que la relación entre Estados Unidos y México ha dado pasos cada vez más positivos en años recientes, no sólo en el manejo del río Colorado, si no a través de acciones de cooperación en comercio y seguridad.
Pero recordó que una de las promesas de campaña del presidente Trump fue la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al respecto, resaltó que el tratado incluye un acuerdo con México que estableció la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza y el Banco Norteamericano de Desarrollo (NADBANK) que apoyan a esfuerzos de conservación del agua en la región fronteriza.
“El manejo del río Colorado es un asunto claro e inmediato, y no debe desatenderse la urgente necesidad de una mayor seguridad del agua en la zona”, finalizó el CAP.
jr