Ayer, en la emblemática Plaza de las Tres Culturas, se lanzó el movimiento social Ahora o nunca, que pretende empoderar a los ciudadanos ante el fracaso del sistema y la clase política de nuestro país, bajo el liderazgo de activistas e intelectuales. El evento tuvo el claro matiz de arranque rumbo a una candidatura independiente de Emilio Álvarez Icaza.
Hubo poca gente en Tlatelolco, y esto nos deja ver que seguimos siendo víctimas de lo que se podría llamar “la resistencia del like” o del retuit. La convocatoria se dio a través de un video -bien producido- de un collage de discursos de políticos de todos colores, para ejemplificar que la “clase política” es una sola y es sinónimo de corrupción. Por ello, ahora o nunca, los ciudadanos deben tomar el poder. Así la premisa. La expectativa en redes sociales fue alta, la asistencia no. Muchos likes y retuits, pero pocos fueron.
Las redes sociales son un foro de expresión sin límites. Escribimos, nos quejamos, criticamos, golpeamos, creamos memes, nos volvemos expertos, mentamos madres, nos desgarramos las vestiduras, nos envolvemos en la bandera y nos arrojamos al vacío. ¿Y qué viene después? Por lo menos en México, la gente no parece estar dispuesta a exigir justicia, equidad y poder ciudadano, más allá de Facebook o Twitter.
Ahora o ¿nunca?
Si hablamos del origen político del movimiento, una lectura es arrebatar la bandera de la resistencia social al especialista, Andrés Manuel López Obrador, cuyos números suben. Evitar que AMLO -político al fin- monopolice y capitalice el hartazgo social palpable. La pregunta es: ¿qué efecto tendrá una resistencia social difuminada? El resultado es similar a lo que propone Jorge G. Castañeda en su libro Solo así: una candidatura independiente sólida y fortalecida puede funcionar; si son varias, están destinadas al fracaso.
Por cierto, si no es ahora, ¿no será nunca? Tesis apocalíptica.
Amparo para no trabajar
Otra joya de nuestros diputados: un amparo para no chambear. Le explico. Diputados del PRI han solicitado un amparo en contra de la sanción que les impuso el Poder Judicial por no atender, durante todo un año, una solicitud de juicio político para el ex procurador Jesús Murillo Karam. Como quien dice “no hice la chamba y me sancionan, pues me amparo”.
Pobre Veracruz
Ahora resulta que Miguel Ángel Yunes es el líder moral que Veracruz necesitaba. Desde luego no hay cómo ni por qué defender al prófugo Javier Duarte, pero Yunes parece estar más enfocado en encontrar fechorías de su antecesor que por sacar adelante a su deteriorado estado. De Duarte todo se puede creer, pero hay cosas inverosímiles. El diario de su esposa, los “decretos”, el dibujo del esquema de la perversión y una bodega perfectamente ordenada para la foto, entre otras. No compremos todo lo que muchas veces puede usarse como una estrategia para aparecer en los medios cotidianamente.
No te vayas, Ingrata
Una de las mejores bandas mexicanas de los últimos tiempos dejará de cantar uno de sus mejores temas por un ejercicio de conciencia. Café Tacvba hará a un lado a La ingrata por considerarla apología a la violencia de género. Si empezamos con eso, ¿cuándo acabaremos? Hay música, literatura, cine, teatro que tocan temas socialmente sensibles, pero no por un llamado a la violencia, sino porque el arte es un reflejo de nuestra cultura. Y en el arte no puede haber límites morales.