Washington, 28 feb.- El presidente de EE.UU, Donald Trump, ordenó hoy a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que revise una norma de 2015 que da autoridad al Gobierno federal para limitar la polución en las distintas masas de agua del país, un primer desafío a la política medioambiental de su predecesor, Barack Obama.
La orden ejecutiva de Trump no tiene un impacto legal inmediato y consiste básicamente en pedir una revisión de la norma, pero tiene peso simbólico porque supone la primera acción del presidente contra las medidas de Obama para proteger el medioambiente.
La “norma de aguas de Estados Unidos”, como se conoce la medida aprobada por Obama en 2015, le da al Gobierno federal autoridad para limitar la contaminación en grandes masas de agua, como el río Misisipi, pero también en otras más pequeñas, como arroyos no navegables o pantanos, un punto que generó controversia en el país.
La regla se encuentra actualmente bloqueada por orden de un tribunal federal de apelaciones mientras se desarrolla un litigio sobre su contenido, por lo que el decreto de Trump en su contra no tiene un efecto inmediato, sino que únicamente le pide a la EPA que considere darle marcha atrás, un proceso que podría llevar años.
“Ha sido un desastre”, dijo el presidente sobre la norma de Obama, al firmar su decreto en la sala Roosevelt de la Casa Blanca.
Trump defendió que la norma extendía las regulaciones del Gobierno federal “a prácticamente cada charco, a cada zanja en la tierra de un agricultor o a donde decidieran”, lo que la convierte en “una extralimitación de poder masiva” por parte del Ejecutivo.
Según el diario The New York Times, Trump también prevé firmar la próxima semana un decreto similar en el que pedirá al director de la EPA, Scott Pruitt, que comience el proceso de revisión y retirada de la regulación más importante sobre cambio climático que hizo Obama.
Se trata del plan que Obama finalizó en 2015 con el fin de rebajar las emisiones de las plantas termoeléctricas de EE.UU. en un 32 % en 2030 con respecto de los niveles de 2005, un compromiso que permitió al Gobierno estadounidense liderar las negociaciones para el acuerdo global sobre cambio climático alcanzado ese año en París.
Trump firmó hoy, además, otra orden ejecutiva por la que el grupo de trabajo del Gobierno sobre las universidades históricamente afroamericanas del país, conocido como HBCU, se trasladará a la Casa Blanca desde el Departamento de Educación, donde se encuentra ahora, para convertirlo en “una absoluta prioridad” de su Gobierno.
“(Esas universidades) han representado un papel muy importante para lograr avances para los afroamericanos en la marcha de nuestra nación hacia la Justicia”, afirmó Trump.
El mandatario rubricó asimismo dos leyes: una dedicada a fomentar la capacidad de las mujeres para convertirse en empresarias y otra que autoriza a la agencia espacial NASA a alentar a las mujeres a estudiar carreras relacionadas con la ingeniería, la ciencia y las matemáticas.
Para la firma de esas dos últimas leyes, celebrada en el Despacho Oval, le acompañaron su esposa Melania Trump y su hija Ivanka.