La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) impuso sellos de suspensión de actividad comercial en 600 tortillerías del país, principalmente por no tener precios a la vista, no respetar el precio exhibido y detectar básculas que no venden kilos completos.
Asimismo, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) aprobó la denuncia por presuntas prácticas de manipulación en los precios de la masa hacia la Unión Potosina de Industriales de la Masa Tortilla y Similares de San Luis Potosí, la Unión de la Masa y la Tortilla en San Luis Potosí.
Ello, luego de que el pasado 12 de enero, el presidente de dicha agrupación anunció un incremento del precio del kilo de la tortilla de 13.00 a 15.50 pesos, lo cual representó un aumento concertado de 19% en dicha entidad.
En un comunicado, el procurador, Ernesto Nemer, mencionó que se trata de una denuncia preferente al pretender este grupo de productores ponerse de acuerdo para fijar precios que no corresponden a los equilibrios del mercado y que afectan la economía de los consumidores.
Se consideran prácticas monopólicas absolutas aquellos contratos, convenios o arreglos de agentes económicos competidores entre sí, cuyo objeto o efecto sea la manipulación de precios, restricción o limitación de la oferta, división o segmentación de mercados.
El mismo porcentaje de ajuste en los combustibles no puede trasladarse al precio directo de artículos de la canasta básica, particularmente en el caso de la tortilla, ya que de acuerdo con la Secretaría de Economía (SE) se deben analizar los componentes del precio por cada producto y región.
Por ello, la Profeco ha reforzado su monitoreo en tortillerías para detectar irregularidades y en lo que va del año, se han verificado dos mil 300 establecimientos de este tipo en todo el país.