LafargeHolcim, el mayor productor de cemento del mundo, se suma a la fila de posibles constructores y proveedores para el muro que se propone levantar Donald Trump en la frontera con México.
El presidente ejecutivo de la empresa, Eric Olsen, dijo en una entrevista con Reuters que Estados Unidos se perfila como el mercado más importante para la compañía suiza, ante mejores perspectivas en el sector de la construcción impulsadas por el programa de infraestructura de un billón de dólares del republicano.
Además de otras obras, la cementera también estaría interesada en participar en los planes de Trump de construir un muro fronterizo con México, “… es un proyecto de infraestructura en el que participaríamos”.
Un día antes, Cemex manifestó su disposición para proveer el cemento que requieran empresas constructoras del muro, cuyo costo se calcula en unos 21 mil 600 millones de dólares.
Cemex, que opera en más de 50 países, es el mayor proveedor de cemento y concreto premezclado de Estados Unidos, así como un importante productor de agregados, bloques de concreto y otros materiales de construcción.
“Si alguno de nuestros clientes nos pide cotizar materiales, tenemos la responsabilidad de hacerlo, pero eso no implica que Cemex participaría en la obra”, dijo un portavoz de la compañía.
Antes, en noviembre de 2016, unos días después del triunfo electoral de Trump, Cementos Chihuahua, ubicado en la frontera entre los dos países, se refirió al proyecto como una gran oportunidad de negocio. “No podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados”, declaró Enrique Escalante, director general de la compañía, al diario El País.
La cementera especialista en concreto, morteros y cemento de alta resistencia, tiene 70% de su negocio en Estados Unidos y 30% en México, y valoró en aquel momento que Trump es un candidato que favorece a la industria.
De acuerdo a los cálculos, el muro tendría un costo de 20 mil millones de dólares, aunque información revelada por Reuters con base en un documento oficial, el Gobierno estadunidense solo ha identificado la suma de 20 millones de dólares entre el presupuesto que puede destinar a cumplir la mayor promesa electoral de Trump.