México está presente desde hoy en la competencia oficial en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) con dos producciones y una coproducción junto con Colombia y República Dominicana.
El largometraje “La Libertad de diablo”, del director Everardo González y con la producción de Roberto Garza, participa en el segmento de Cine Documental del FICCI, que se desarrolla en este balneario del caribe colombiano.
Los personajes del filme son: El médico, la madre, el hijo, la viuda, el rescatista, el cabo, el policía, el sicario, el halcón, quienes ante la cámara y cubiertos por unas perturbadoras máscaras, víctimas y victimarios de la violencia en México confiesan actos, experiencias, miedos y dilemas morales.
Pero al mismo tiempo es como si fueran una misma voz que intenta nombrar lo inexpresable, un ser colectivo herido que es asistido por alguien que, detrás de cámara, ocasionalmente interroga.
El documentalista se enfrenta al abismo del mal y se resiste a ser paralizado por el rostro de esa Medusa. Quiere entender. Y como todo aquel que emprende el viaje hacia una tierra desconocida, afronta peligros y sortea desafíos que en este caso deben ser resueltos en el acto de filmar.
¿Es legítimo equiparar a víctimas y victimarios? ¿Cómo se debe reaccionar ante una confesión que supera los límites de lo tolerable?, son los interrogantes que surgen con el filme “La libertad del diablo”.
El documental de Everardo González reacciona ante aquello que, a pesar del riesgo que conlleva, nos pide que lo miremos, y es efectivamente lo que observaran los asistentes al FICCI.
El cortometraje “Verde”, de Alonso Ruizpalacios, con la producción de Alonso Ruizpalacios y un elenco integrado por José Luis Pérez, Tenoch Huerta, Raúl Briones, Alberto Santiago, también compite por una India Catalina.
Este filme es la historia de Ariel, un taciturno guardia de traslado de valores que transporta los millones ajenos cada día, descubre que será padre por primera vez.
Mientras decide qué hacer con su inminente paternidad, tras una milagrosa falla en el sistema, se ve ante la posibilidad de robar el botín que carga. Aunque juegue con sus posibilidades, su destino parece estar trazado: Ariel es solo alguien más en la montaña rusa frenética y agobiante en la que se puede convertir una gran ciudad.
En la franja Cine Colombiano se presenta “Tormetero”, una coproducción de Colombia -México y República Dominicana, bajo la dirección de Rubén Imaz Castro.
Esta película es una producción de Óscar Ruiz Navia, Gerylee Polanco, Julio Bárcenas, Rubén Imaz , Laura Amelia Guzmán, Israel Cárdenas y con el guion de Fernando del Razo, Rubén Imaz
La historia se desarrolla en una atmósfera de sueño y encantamiento rodea a Romero Kantún, un viejo pescador retirado, que vive solitario en una modesta casa en una isla.
En su empecinada desesperación, su alcoholismo y esquizofrenia, a Romero lo sostienen la nostalgia y los fantasmas, el recuerdo de los viejos días en que descubrió un gran yacimiento petrolero.
Pero la mayor gloria de un hombre puede también ser su mayor desgracia. La explotación del petróleo significó el aparente fin de una forma de vida y el comienzo de muchas tragedias personales para don Rome.
Una cámara fluida y algunos efectos especiales materializan el mundo fantástico del protagonista, sus espíritus familiares que vagan entre la vida y la muerte, entre ellos el de una hija madura y dos sobrinos gemelos.
Esta coproducción colombo-mexicana es una historia de aislamiento que, a través de su personaje principal, muestra cómo las fuerzas del progreso no logran borrar el peso inquebrantable de la tradición.
jr