Un equipo internacional de científicos ha descubierto pruebas de uno de los primeros asentamientos del hombre moderno (Homo sapiens) fuera de África, lo que refuerza la teoría de que la ocupación de Europa en el Paleolítico Superior se llevó a cabo desde varios focos y no desde un único punto como se pensaba.
Los investigadores, entre ellos científicos del Institut Catalá de Paleoecología Humana i Evolució Social (IPHES), de la Fundación Atapuerca y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, han hallado herramientas de piedra de entre 36.000 y 54.000 años de antigüedad en la cueva de Kaldar, en los montes Zagros de Irán.
Estos restos presentan características propias del Paleolítico Superior y son, por tanto, las primeras evidencias culturales de la existencia del hombre moderno fuera de África, y una prueba sólida de que la ocupación de Europa no se originó en un sólo punto, según el estudio publicado en Scientific Reports.
Hasta ahora, la hipótesis más respaldada es que el hombre moderno colonizó Europa por la costa mediterránea (desde Egipto e Israel hacia Jordania, Líbano, Siria y Turquía y de ahí al oeste) pero este hallazgo refuerza la idea de que “la colonización no fue tan sencilla, sino que se produjo en mosaico, desde varios focos, en el Próximo Oriente como Egipto, Israel, Arabia, Irán, etc”, explica a Efe el codirector del estudio e investigador del IPHES Andreu Ollé.
Homo sapiens, a la conquista de Europa
“Los humanos modernos (Homo sapiens sapiens) surgieron en África hace unos 200.000 años (principalmente en el este del continente) y su primera presencia en las puertas de África, en Israel, es de hace unos 100.000 años”, precisa.
Sin embargo, la pista de estos hombres se pierde y no vuelven a aparecer hasta hace unos 60.000 o 50.000 años, en yacimientos de la península Arábica.
Por tanto, las pruebas de datación del estudio sitúan “muy claramente” a la región de Zagros entre los lugares más antiguos ocupados por el hombre moderno en Asia, porque “más allá de éste no hay otro yacimiento con presencia tan antigua de Homo sapiens”.
Un asentamiento con pasado neandertal
El yacimiento, además, contiene restos anteriores de industria neandertal.
“Es la prueba de que este área ha estado poblada de forma continua desde muy antiguo, lo que la convierte en una candidata para estudiar si hubo una evolución cultural gradual, o si la llegada del Homo sapiens fue una ruptura”, razona Ollé.
Y es que, según el investigador, la zona de Zagros es muy rica en yacimientos pero hasta ahora no ha resultado fácil para los equipos extranjeros trabajar en Irán.
“El éxito de este proyecto se basa en gran medida en el liderazgo de investigadores iraníes y en una amplia colaboración con especialistas internacionales”.
Poder estudiar lugares como éste es importante porque, desde la perspectiva europea, “están en el origen de lo que después será el paleolítico superior europeo que comenzó con la llegada del hombre moderno hace unos 42.000 años por el este de Europa y que en sólo 2.000 años llegó hasta la Francia y la Península Ibérica en una expansión muy, muy rápida”.