El equipo de restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ,que se ocupa de restituir la integridad del monumento el Caballito (figura ecuestre hecha de bronce y recubrimiento pétreo), retiró velos de cera y un recubrimiento negro que desvelaron una capa pictórica verde utilizada de origen por el escultor y arquitecto valenciano Manuel Tolsá.
La restauradora Jannen Contreras Vargas, coordinadora del proyecto de intervención, dio a conocer que eliminar de forma paulatina dichos elementos (que dieron origen al tono de el Caballito a lo largo del siglo XX) y el registro de la capa de origen son clave para definir los tonos de los recubrimientos que se usarán para la integración cromática de la obra restaurada.
La restauración, recordó, es un proyecto que interviene los tres elementos del monumento: el núcleo del basamento, el recubrimiento pétreo del pedestal y la escultura en bronce.
Hasta ahora, expuso Contreras, la limpieza de la escultura ha consumido gran parte de la agenda, pues en términos de una pintura de caballete, es el equivalente a trabajar con un lienzo de 46.5 metros.
Recordó que en 2013 una intervención inadecuada provocó que se vertiera ácido nítrico sobre el monumento, lo cual ocasionó la pérdida de 45% de la capa escultórica. El resto tenía aún el recubrimiento negro, del cual se ha retirado más de tres cuartas partes.
Adelantó que en la aplicación de los nuevos recubrimientos deberá emplearse polímero compatible resistente al intemperismo, tomando en cuenta que la atmósfera de la Ciudad de México del siglo XXI dista mucho de la de hace 213 años, cuando se creó la escultura.