Ponerse detrás de cámaras de un blockbuster no es tarea nada sencilla, pues el resultado final siempre será magnificado por público y crítica, así que el cineasta neoyorquino Bill Condon sabía perfectamente en lo que se metía cuando aceptó hacerse cargo de la versión en acción viva de una de las películas más queridas y respetadas de Disney: La Bella y la Bestia.
Tras el éxito obtenido con las nuevas generaciones gracias a las últimas dos entregas de la saga Twilight: Breaking dawn, Condon ha demostrado ser capaz de manejar grandes presupuestos y estrellas, así como la presión mediática de la prensa y de los fans. Además, hacerse cargo de un musical no es novedad para él, pues fue el encargado del guión de la película ganadora del Oscar en 2002, Chicago -por la cual su historia compitió por la estatuilla de Mejor Guión Adaptado-, además de haber sido el responsable de lo mejor que ha hecho Beyoncé en el cine, Dreamgirls (2006), que en su momento fue nominada a ocho Premios de la Academia.
Pero Disney se cuece aparte, y más después de las exitosas recreaciones en “versión real” de Cenicienta y El libro de la selva, que generaron no sólo millones de dólares en taquilla, sino que fueron aclamadas por la crítica por la nueva y fresca visión que se les dio a dichos clásicos animados. Sin embargo, Condon se sacó el tigre en la rifa, pues la versión animada de La Bella y la Bestia todavía está fresca en la mente de varias generaciones, por lo que el reto es aún mayor. Durante la reciente visita que el cineasta hizo a la Ciudad de México para promocionar el filme, platicamos con él acerca de cuáles fueron los grandes desafíos a los que se enfrentó para darle vida a personajes como Bella, Bestia, Gastón y LeFou, entre otros.
¿Qué es lo que te atrae de los filme musicales y en particular de una historia como ésta?
Cuando escuchas hablar a Martin Scorsese acerca de la historia del cine, siempre menciona que hay un momento de descubrimiento en el que te enamoras del mismo, que eso pasa normalmente cuando eres adolescente, y conmigo ocurrió algo parecido cuando era chico, con La novicia rebelde.
Había algo en el poder de la imagen y la música en conjunto, ese algo que elevaba la historia a otro nivel y la llevaba a otra dimensión, que me cautivó. Y eso fue lo que quise lograr en mis películas, ya fuera Chicago o Dreamgirls, a pesar de que el público quizá no esté acostumbrado a las convenciones del género.
Lo que es emocionante de La Bella y la Bestia es que si bien la gente conoce la película animada, estás creando un mundo de elegancia, magia, un cuento de hadas y eso te da la licencia de poder comenzar desde el principio, lo cual, a su vez, me brindó de alguna manera u otra una gran libertad para trabajar. Tratamos de honrar la fuente original, pero con nuestro propio toque.
¿Cuál es tu musical favorito?
Cabaret, pues es una rareza dentro del género y eso la hace especial, aunque con ella también fue un poco como visualizar el inicio del fin de los musicales, que fueron decayendo en años subsecuentes, al menos por un tiempo. Tiene algo que la hace muy especial.
¿Cuál fue el mayor reto para llevar La Bella y la Bestia del mundo animado al de acción real?
Creo que el mayor reto fue, sin duda, el número de Be our guest, el dar vida a estos objetos inanimados que se convirtieron en clásicos de la versión animada. Pero también -y aquí es donde creo que el filme de 1954 de Jean Cocteau fue muy útil- lo fue el darle espacio y tiempo a que se desarrollara el romance entre Bella y Bestia.
En la cinta animada ocurre rápido, pero aquí queríamos darle más trasfondo y ése fue un gran reto, el poder expandir esa historia para que los personajes fueran menos arquetípicos y más personales, para poder hacerle creer a la gente que hay algo que los hace enamorarse el uno del otro.
¿Cómo hacer que Bella sea este personaje fuerte, feminista, que tenga resonancia en el mundo actual?
Bueno, primero ¡contratas a alguien como Emma Watson! (risas). Lo que hizo con Hermione en Harry Potter fue rescatar esta parte de la intelectualidad femenina, y Bella es un tipo de personaje que va todavía más allá. A pesar de que fue visto por primera vez en 1991, hay muchas cosas de ese entonces que se reflejan en el mundo de ahora.
Tener a Emma en el papel de Bella fue muy importante, porque ella es una gran colaboradora,y ayudó mucho en decisiones cruciales de cómo es que tenía que ser Bella para que se viera diferente a la que vimos en la cinta animada, sin perder la esencia de ésta.
Finalmente, Alan Menken es una de las grandes leyendas del cine, ¿cómo fue trabajar con él y cómo fue el proceso de crear estas nuevas canciones para el filme?
Cuando mostramos el primer tráiler de la película y vimos que la gente respondió tan bien al mismo, nos dimos cuenta de que fue porque escucharon las notas de la música que había escrito Alan y que todo mundo conoce. Eso provocó que de manera automática la gente tuviera una reacción emocional.
Así que cuando iniciamos el rodaje fue como comenzar a filmar con el score ya compuesto. El trabajo de Alan es tan fenomenal que hay una escena, cuando Bella ve por primera vez su dormitorio, en la que incluimos el tema Home, que él incluyó para la obra musical de Broadway. Así que fue como si tuvieras un acercamiento en retrospectiva, en el cual tenía que crear imágenes que acompañaran al aspecto más importante de la película, que es la música. Él es un colaborador increíble, siempre con la disposición de preguntar qué era lo que quería, qué necesitaba. Fue una experiencia única.
dca