Con un presupuesto de 18 millones de pesos, el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México mantendrá este año su calidad en cuanto a los espectáculos de música, danza, ópera y teatro, así como en talleres, conferencias y exposiciones, aseguró su director artístico Sergio Vela.
El también director de ópera recordó que un festival que tiene tanto arraigo, 33 años, y que se celebra contra viento y marea, sumando voluntades, primeramente del Patronato del Festival del Centro Histórico y sumando otras instituciones, parece tener una estructura más o menos regular.
“Se podría suponer por apariencia que se trata sencillamente de llenar fechas y recintos con espectáculos, conciertos, exposiciones, conferencias, pero la verdad no se programa así”, expresó Vela, durante una entrevista con Notimex, con motivo de la próxima edición del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, que se realizará del 30 de marzo al 16 de abril, en distintos espacios del Centro Histórico capitalino.
Aclaró que no se trata de colocar en casilleros prestablecidos lo que venga a la memoria o a la imaginación en un momento dado, se trata de elegir de manera articulada algo que resulte significativo por sí mismo y en relación con los demás productos.
“Porque un festival que no cuidara su sentido unitario, su sentido general, que no hiciera una curaduría adecuada en la selección de espectáculos y conciertos, bajo un concepto o una serie de premisas a veces contrastantes o en ocasiones complementarias, me pareciera que sería desaliñado”, aseguró el músico mexicano.
Manifestó que el Festival del Centro Histórico tiene una estructura más o menos regular, se celebra en primavera, se ha vuelto a subrayar sus orígenes privilegiando recintos en el Centro Histórico sin pretender extralimitar su alcance geográfico, porque perdería significación.
Sabiendo que es punto de trabajo, perímetro que la UNESCO reconoce al Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987, sabiendo que ese centro era la Ciudad de México y lo demás era la periferia y lleva el nombre de un país, se realiza un festival de calidad.
La curaduría artística pretende que haya lo mismo complementariedad que contraste, se trata de ejercer una serie de criterios cualitativos para mostrar el equilibrio entre lo clásico-popular, nacional-extranjero, vanguardista-tradicional y las distintas disciplinas bien representadas.
Por ejemplo citó que este año se conmemora el 450 aniversario de natalicio del compositor Claudio Monteverdi (1567-1643), el padre de la ópera, porque si bien hay dos o tres óperas que preceden al “Orfeo”, de Monteverdi, él es el primer gran autor de ópera
El “Orfeo”, de 1607, es una obra emblemática que muestra el afán de la humanidad por ir al más allá, pero el más allá nunca puede indicar una vivencia en el más acá, y la figura de Orfeo es mítica, es un poeta que canta, por lo que la unión de las artes en esa figura me parece que explica el hecho que haya tantas obras en torno a Orfeo”, añadió Vela.
La ópera en versión concertante de “L´Orfeo”, de Monteverdi, inaugurará el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, que se presenta en coproducción con el Instituto Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección concertadora de Guido Maria Guida, con Pablo Varela como director huésped del Coro, en el Palacio de Bellas Artes, el 30 de marzo.
El programa incluye también la compañía Malandain Ballet Biarritz que representará “La bella y la bestia” en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes; La Orquesta Sinfónica Nacional ofrecerá dos programas junto con invitados como la violinista canadiense Lara St. John y el pianista británico Peter Donohoe.
También participarán el Ensamble Caprice & Leandro Marziotte con el concierto Salsa Barroca y La Venexiana con el espectáculo “Monteverdi meets jazz”; la agrupación Attacca Quartet ofrecerá dos presentaciones con obras de Adams y Schubert, y el Grupo Segrel presentará su espectáculo “Lucernario del sur”.
El contrabajista Misha Mullov-Abbado ofrecerá un recital de jazz con un sexteto cuya dotación no es del todo usual en el ámbito del jazz con contrabajo, trompeta, saxofón, alto, saxofón tenor, piano y batería; mientras que Silvia Cappellini y el Quinteto de Alientos de la Ciudad de México realizarán un concierto tributo al director de orquesta y compositor italiano Giuseppe Sinopoli.
La Compañía Nacional de Teatro ofrecerá funciones de la puesta en escena “La hija del aire”, de Pedro Calderón de la Barca, en la que se exploran los vicios y lacras de la clase gobernante de su tiempo, así como consecuencias políticas y sociales de tal comportamiento.
Otra actividad que incluye la programación es “Las clásicas de Bátiz: Un homenaje sinfónico por sus 60 años de rock, en el Zócalo de la Ciudad de México, el 15 de abril a la 18:00 horas.
El cierre del festival cultural tendrá lugar en la explanada del Zócalo el 16 de abril a las 18:00 horas con el espectáculo “Celebrando el Centenario de Dámaso Pérez Prado”, a cargo de la Orquesta Filarmónica Juvenil “Armando Zayas” de la Ciudad de México y con la participación del pianista de jazz Héctor Infanzón.
El director artístico, informó que como es tradición, el Festival del Centro Histórico entregará la Medalla al Mérito, que este año es para Siahou Sitton Guindi, empresario activo, amante del Centro Histórico, quien realizó una gran inversión y encabezó un proyecto para contribuir en la recuperación de la Ciudad de México, a raíz del terremoto de 1985, entre otras acciones.
De igual manera, se entregará la Medalla al Museo Memoria y Tolerancia, que se inauguró en 1999, que no está dedicado en exclusiva al holocausto, sino que alude a otros genocidios y al mismo tiempo a los derechos humanos.
“Creo que en ambos casos está bien representado ese espíritu de contribución al rescate de divulgación de un perímetro que históricamente era la Ciudad de México”, subrayó Vela.
Respecto a la restauración de obras, Vela comentó que hace unos días estuvo con el padre Galicia, en un concierto de órgano en la Catedral Metropolitana y “claro que nos gustaría seguir contribuyendo”.
Apuntó que “tenemos pendiente hace varios años el apoyo al Templo de Santo Domingo para colocar un ascensor para potenciar el coro y el centro cultural que requiere mucho apoyo, pero la verdad no hemos tenido los recursos, no es un asunto que tenemos abandonado, sino pendiente como una tarea que nos favorezca en los años subsecuentes para poder mantener este espíritu de restauración y de rescate mobiliario e inmobiliario del Centro Histórico”.