Hoy se cumplen 23 años del asesinato del priista Luis Donaldo Colosio luego de que al finalizar un mjitin improvisado en Lomas Taurinas, mientras caminaba para salir, entre el sonido de “La culebra”; y a penas a 13 metros de trayecto, un joven hombre penetró el diamante de seguridad del candidato y con una Taurus calibre 38 le dio un balazo en la cabeza quitándote la vida.

 

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En ese entonces también hubo una verdad oficial, un asesino solitario, Mario Aburto fue el que atentó contra la vida de Colosio. Desde entonces una serie de confusiones en la investigación, de dobles personajes, de trabas en la misma, pero entre la sociedad siempre creyó que el autor intelectual de ese crimen fue el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

 

Según especialistas el  discurso que molestó a Salinas de Gortari  fue el pronunciado el 6 de marzo en el Monumento a la Revolución, donde expresó:

 

“Veo un México con hambre y sed de justicia; un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían servirla”.

 


En ese entonces el pais ya vivía tiempos neuralgicos con la aparición de Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y en su discurso pronunció:

 

“Veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran fortaleza de su cohesión, de su cultura y que están dispuestos a creer, a participar, a construir nuevos horizontes.

 

Esas eran las ideas de la ruptura.

 

 

Ahora a 20 años de su muerte políticos y personas cercanas al politico sonorense lo recuerdad como un hombre honesto, de principios, coinciliador y abierto al diálogo y que sabia defender sus ideas de frente a sus oponentes