Unas siete mil ciudades de más de 170 países participan la noche de este sábado en la Hora del Planeta, una iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para crear conciencia sobre los peligros del cambio climático, que este año celebra su décima edición.
Australia, el país donde se gestó la iniciativa, consistente en apagar todos los aparatos eléctricos durante una hora a partir de las 20:30 horas, inició la Hora del Planeta de este año con el apagón de la iluminación del Puente de la Bahía y la Casa de la Ópera de Sídney.
La isla de Samoa, en el Pacífico Sur, fue la primera en sumarse a la Hora del Planeta, dedicada también a abogar en contra de la deforestación y a favor de la gestión de residuos.
La iniciativa siguió en el sudeste asiático, donde países como Singapur, Malasia e Indonesia enfocaron la actividad a promover la protección de los bosques y los océanos.
En Tailandia, en tanto, se apagaron las luces en lugares emblemáticos de Bangkok como el Gran Palacio, el templo Arun o el puente de Rama IX.
En Europa, icónicos sitios como la Torre Eiffel, en París; el Kremlin,en Moscú; el Big Ben, en Londres; la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, y el Palacio de Cibeles, en Madrid, quedaron a oscuras durante la Hora del Planeta, considerada la iniciativa global más importante a favor del medio ambiente.
En el marco de la Hora del Planeta, algunos países impulsan iniciativas particulares como la declaración de un parque marino de 3.4 millones de hectáreas en aguas de Argentina, la plantación de un bosque en Uganda o la prohibición de los plásticos blandos en las Islas Galápagos, en Ecuador.