Obispos mexicanos expresaron sus condolencias por el asesinato del P. Felipe Altamirano Carrillo, sacerdote indígena de la Prelatura del Nayar, en el estado de Nayarit.
En un comunicado firmado el 27 de marzo por el Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Cardenal Francisco Robles Ortega, los obispos pidieron a Dios por el eterno descanso del P. Altamirano Carrillo, y para “que el Señor conceda a sus familiares y amigos la fortaleza, la esperanza y el consuelo de la fe”.
En septiembre de 2016, en base a cifras de asesinatos de la unidad de investigación del Centro Católico Multimedial (CCM), el P. Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México, señaló que México es el país más peligroso para los sacerdotes.
La CEM señaló que “en estos momentos en que nuevamente un sacerdote católico es alcanzado por el crimen, dirigimos nuestra mirada a Cristo Resucitado, quien nos confiere la fuerza para luchar por la construcción de un mundo reconciliado y en paz, justo y fraterno”.
“La muerte no es el final del mensaje de amor que nos trajo nuestro Salvador, sino la vida en plenitud. Con su sacerdocio, el Padre Felipe encarnó estas certezas que nos da la fe”, aseguraron los obispos.