El entendimiento interreligioso y la conectividad a través de la mirada de las principales religiones del mundo, la ciencia y la arqueología, se mostrará en la segunda temporada de “La historia de Dios” a partir de este domingo, con la conducción de Morgan Freeman.
En esta segunda entrega del programa de National Geographic, que llegará a 171 países en 45 idiomas, Morgan continúa su camino para resolver algunas de las preguntas más grandes de la humanidad, se informó en un comunicado.
“Una de las cosas que más nos gusta cuando hacemos esta serie es encontrar las interconexiones que todos los seres humanos comparten a través de las diferentes ideologías, religiones y culturas a la hora de encontrar la respuesta a los grandes misterios de la vida”, dijo Morgan.
Agregó que espera que la serie continúe entreteniendo e informando, así como abriendo el diálogo que les permita entender a sus semejantes en todo el mundo.
La segunda temporada de la serie presentará tres episodios, cada uno de ellos con una temática diferente y todos con la participación de líderes religiosos, científicos y arqueológicos.
Algunos de los temas que destacan en los próximos capítulos son el caso de un niño de nueve años considerado por monjes tibetanos como la reencarnación de un lama, un maestro espiritual Budista; la historia de Jefe Arvol Looking Horse, el guardián de la pipa sagrada de la paz de las tribus Nakota, Lakota y Dakota.
También Kenneth Bae, el misionero cristiano que estuvo cautivo durante dos años en Corea del Norte; una mujer cuyo corazón se detuvo por más de ocho minutos y que describe con gran detalle la sensación que tuvo en aquel momento de estar en el cielo.
El físico teórico Ard Louis, quien cree que es posible encontrar a Dios en el conocimiento científico. Cuanto más profundiza en sus estudios, más signos de la divinidad encuentra.
La audiencia también será testigo de la visita a una iglesia donde los fieles profesan la fe hablando en lenguas desconocidas y de una excursión arqueológica para ver representaciones recientemente descubiertas del cielo y el infierno pertenecientes a los antiguos antepasados de los Cherokee.
Además, se tendrá la oportunidad de conocer algunos de los lugares más sagrados del mundo incluyendo las cuevas submarinas o cenones de los mayas en México, quienes creían eran las puertas de entrada al cielo y al infierno.
Angkor Wat en Camboya, construido en el siglo XII como modelo del paraíso hindú; La Torre del Diablo en Wyoming, que la tribu de los Lakota cree es uno de los puntos de energía de su culto.
Un extraño acceso dentro del Templo Dorado en Amritsar, India, el santuario más sagrado de la fe sij, y la celebración de Meskel en Etiopía que conmemora el descubrimiento que hiciera Helena madre del Emperador Romano Constantino de la verdadera Cruz.