El “gran anuncio de inversión de Ford” que el presidente estadounidense Donald Trump celebró ayer en su cuenta de Twitter es parte del acuerdo que alcanzaron en noviembre de 2015 la armadora y el sindicato de trabajadores de la industria del automóvil (UAW, por sus siglas en inglés) en aquel país, como parte de las negociaciones que ocurren cada cuatro años entre los llamados Tres Grandes fabricantes de Detroit.
“Gran anuncio de Ford hoy. Enorme inversión en tres plantas de Michigan. Las compañías de coches están volviendo a EU. ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS!“, publicó el mandatario en la red social la mañana de este martes y poco después, la armadora emitió un comunicado para precisar que destinará mil 200 millones de dólares en tres plantas de Michigan para elevar la producción “en casa”.
Según la armadora, de ese monto 850 millones irán a la planta de Wayne, para fabricar los nuevos modelos Bronco y Ranger; 150 millones más para aumentar la capacidad de la de Romeo, centrada en piezas y componentes; y 200 millones adicionales en el centro de datos de Flat Rock.
Sin embargo, los planes de Ford para fortalecer la capacidad de esa fábrica y la producción de las emblemáticas camionetas fueron parte del histórico acuerdo de 2015 con el United Automobile Workers, que representa a 140 mil trabajadores de esa armadora, así como de GM y Chrysler.
Logro sindical
En una conferencia con inversionistas a finales de noviembre de 2015, directivos de Ford detallaron los términos del contrato sindical firmado tras cuatro de meses de intensad negociaciones y que incluyó el compromiso del fabricante de invertir nueve mil millones de dólares para conservar ocho mil 500 puestos de trabajo en aquel país. La mitad de ese monto se planeó para la planta de Michigan.
Los directivos de Ford indicaron que 700 millones de dólares se destinarían a la producción de dos nuevos productos en la planta de ensamble Michigan, el primero en 2018 y otro más a más tardar en 2020; después se confirmó que se trataba del plan de reactivar la producción de las camionetas Ranger (que dejó de fabricarse en 2011) y la Bronco (que se suspendió en 1996), respectivamente.
La armadora planeaba reanudar esta producción en el espacio que se abriría en su fábrica de Michigan, una vez que trasladara la producción del Ford Focus a la nueva planta de San Luis Potosí, donde invertiría mil 600 millones de dólares. Tras la cancelación de la inversión de mil 600 millones de dólares, anunciada en enero por la armadora, en medio de las amenazas de Trump, ese modelo será ensamblado en una planta ya existente, en Hermosillo.
Frases
“Estos anuncios concuerdan con lo que acordamos y hablamos con la UAW en las negociaciones de 2015”
Joe Hinrichs
Presidente de Ford para el continente americano
“Gracias a la negociación colectiva, los trabajadores y trabajadoras de estas plantas podrán ahora recoger los frutos de su labor”
Jimmy Settles
vicepresidente de UAW-Ford