México dio inicio hoy a la liberalización gradual de los precios de los combustibles en los estados fronterizos de Baja California y Sonora, donde se fijarán “por las fuerzas de la oferta y la demanda”, afirmó la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
La medida, que comienza en la región del norte del país por ser la zona con mayor conectividad a diversas fuentes de suministro de combustibles, acaba con ocho décadas en que los precios fueron fijados por el Gobierno.
El comisionado presidente de la CRE, Guillermo García Alcocer, aseguró en una rueda de prensa celebrada en la ciudad de Tijuana que, con esta liberalización, en la medida en que se pueda ofrecer “mejores condiciones logísticas”, esto también se traducirá en “mejoras para los consumidores”.
El precio de la gasolina y el diésel vendrá ahora determinado con la liberalización, de acuerdo con la CRE, por “el precio del petróleo, los costos de refinación, transporte y almacenamiento, el margen comercial de venta, los impuestos y el tipo de cambio vigentes”.
En un operativo que se desarrollará en conjunto con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se vigilará si los gasolineros ofrecen un precio excesivo o injustificado.
Por ello, informó García Alcocer, cuando se detecte un precio inusual se pedirá al gasolinero que razone su “estructura de costos”, para comprobar si sus acciones son sancionables o no.
El “mejor” elemento para regular a partir de ahora los precios va a ser “la competencia”, remarcó.
Hasta ayer, Pemex no había informado los resultados de la primera temporada abierta para que otras empresas usen su infraestructura para el transporte de combustibles.