Lo que ocurre en los penales de México es sólo la punta del iceberg que oculta la ineptitud compartida y da la medida del fracaso.

 

No voy a relatar las muestras de incapacidad de los encargados de nuestra seguridad.

 

Lo que ocurre en los penales de México son actos vergonzosos para las autoridades.

 

Los graves errores que permitieron fugas y motines han ridiculizado a los encargados de la seguridad en México.

 

Esto no debe politizarse, pues no es asunto de política; esto es cosa de vida o muerte.

 

Desgraciadamente caímos ya en el absurdo de una guerra de declaraciones.

 

Tengo más preguntas que respuestas, y una de ellas es: ¿en materia de seguridad, quién manda en México?
Los encargados de nuestra seguridad no deben descartar toda crítica justa, toda indignación espontánea y todo hastío temeroso de los habitantes de la República Mexicana.

 

Quienes han fallado deben dar paso para que personas con más vocación y conocimiento de lo que hacen se enfrenten a lo que todos los ciudadanos padecemos.

 

Más eficacia es lo que pedimos todos los mexicanos.

 

Una última petición a los encargados de nuestra seguridad: para evitar que sigan cometiendo errores e incitar a la burla, rindan su primer servicio y renuncien.

 

Milonga:

 

Rechazo cualquier intento disfrazado de preocupación. Lo dicho por Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit, sobre Edgar Veytia, su fiscal, es inaceptable. En apego a los hechos, Raúl Mejía, precandidato por el Movimiento Ciudadano, al gobierno de Nayarit, se coloca en primer lugar. El valor de Televisa obliga a medidas inmediatas para preservar su liderazgo. Para enfrentar desafíos abrumadores sólo uno: Alejandro Burillo, el Güero.

 

jfcastaneda9@hotmail.com