Para fomentar una sociedad inclusiva y garantizar que las personas con autismo puedan llevar una vida plena, en 2008 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 2 de abril como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Quienes padecen trastornos del espectro autista (TEA) tienen una afección neurológica permanente que se manifiesta en los primeros cinco años de vida y que se caracteriza por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades repetitivo.
Los TEA abarcan cuadros tales como el autismo infantil, el atípico y el Síndrome de Asperger, y los afectados a menudo presentan epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Sin embargo, el desconocimiento, la desinformación generalizada y los conocimientos insuficientes que tienen los profesionales sanitarios sobre los TEA propician la estigmatización y discriminación a quienes padecen autismo.
De acuerdo con la OMS, también son comunes los casos en que los niños y adultos autistas sufran violencia, lesiones y abusos; además de que se les suele limitar el acceso a servicios de salud y educación.
En el caso de México, uno de cada 160 niños vive con algún tipo de TEA, según cifras recabadas por la OMS en enero de 2016, y la prevalencia mundial del trastorno ha aumentado a nivel mundial durante los últimos 50 años.
Por ello, y para impulsar la plena integración e inclusión de las personas con la condición del espectro autista a la sociedad mexicana, entró en vigor la Ley General para la Atención y Protección a personas con la Condición del espectro Autista el 1 de mayo de 2015.
Mediante la protección de sus derechos y necesidades fundamentales, la mencionada ley tiene el objetivo de implementar acciones en materia de salud, educación capacitación, empleo, deporte y recreación a las personas con autismo.