Xóchitl Gálvez, con larga experiencia dentro de los distintos niveles de Gobierno, es una política que incomoda por su estilo para expresar cuando está “encabronada”, por hablar de frente y no dar puñaladas traperas.
La delegada sin partido no niega su origen de izquierda: fue integrante de la Liga Obrera Marxista y soñadora del proyecto inconcluso de la Revolución Rusa.
Pero desde la sociedad civil y la iniciativa privada, conformó su idea de administración y, aunque ha tenido múltiples tentaciones, afirma que seguirá bajo la misma línea y sin planes de afiliarse a ningún partido.
– ¿Cuáles son las principales diferencias entre un cargo federal y encabezar una delegación?
Fundamentalmente lo que me lleva al Gobierno federal es mi propia historia, mi origen. El venir de una comunidad indígena y venir de trabajar con las comunidades indígenas durante muchos años. Eso es lo que atrae a los headhunters de llevarme al gabinete de Vicente Fox. Esta trayectoria en el lado de la sociedad civil, cuando en ese entonces no estaba tan de moda como ahora.
Fue muy interesante porque mi llegada no se da por mi carrera política, sino por una trayectoria social completamente ajena. Llego al Gobierno federal con desenfado, sin más protocolos necesarios, digo lo que pienso, hago lo que creo que debo de hacer y, sin querer, me vuelvo en un personaje atípico a la política.
Digo groserías, digo lo que pienso, me gusta el futbol y lo expreso. Me sigue gustando. Decirle al presidente Fox lo que pensaba, lo que creía. Yo no sabía de estos protocolos de que al Presidente nunca se le decía que no. Todas estas cosas que hacen mucho daño a la política.
Traigo una visión de la IP, de ingeniera, de empresaria, yo me gano la vida así, y me doy cuenta de que el recurso público se utiliza de una manera poco eficiente y eso me lleva a un reconocimiento muy rápido por parte de Fox.
El haber sido candidata a gobernadora de Hidalgo fue una gran experiencia política, porque pude demostrar que se puede hacer una campaña política sin dinero, sin los millones de pesos que generalmente se utilizan.
En 2015, mi hija me planteó la posibilidad de salir del país. Estaba deprimida, un tanto desencantada, enojada por lo que pasaba en el país, secuestraron y mataron al hermano del mejor amigo de mi hija y estando en misa un primero de enero de 2015 yo me pregunté si me quedaría en mi casa, en mi zona de confort, pero tenía esta cosquillita de ver cómo el país se desmoronaba.
Me empezaba a encabronar el desmadre inmobiliario en la Miguel Hidalgo, y tú dices ‘¿cómo nadie levanta la voz?’, y pensé que podía ir al Congreso (…) Nunca me acabé de ganar al panismo hidalguense, me cerraron la puerta.
Mando una carta al PAN de Hidalgo y les digo que renuncio a mi aspiración de ser candidata a diputada porque no veo las condiciones. Entonces me llaman del PAN de Miguel Hidalgo para decirme si no me interesaba ser candidata, que había un proceso abierto.
– Los ataques de Víctor Hugo Romo, ¿cómo se vive esta confrontación, le preocupa realmente el peso que pueda tener este tipo de actos para su imagen?
La verdad es que no, el enojo de Romo es porque no hice borrón y cuenta nueva, él cree que uno tiene que ser tapadera porque es este rollo en la política de hoy por ti mañana por mí. Yo no tengo ningún inconveniente en que si alguien de mi gente hace algo mal se vaya. Uno se puede equivocar, es de humanos equivocarse, pero es de corruptos cubrir.
El caso de Romo es muy grave, porque pagó un mercado, 40 millones de pesos, sin que se haya empezado la obra. Él toda la guerra sucia que me hace es por enojo, porque está enojado de que yo haya exhibido sus corruptelas.
– ¿Cuál es la relación que tiene con el jefe de Gobierno?
Hay cuestión de una agenda política, y la llevan a cabo, creo que el PRD perfeccionó el mecanismo de la compra de votos. Lo tengo que decir claramente: muchos de los programas sociales están enfocados a no a tener ciudadanos sino a tener votantes. Es una relación de respeto, el jefe de Gobierno sabe que soy una mujer trabajadora, he hecho cosas como el jardín infiltrante, que es un parteaguas en la Ciudad de México, todo lo que estamos haciendo de composta, de reciclado, las ciclovías, el año pasado tercer lugar en materia deportiva, primer lugar en puntos y segundo en medallas, y vamos por el primer lugar en este año.
Y él sabe que trabajo, sabe que no me robo el dinero, sabe que tengo proyectos inteligentes; pero él tiene que proteger a su partido, recursos de Sedesol a la delegación, de los que llegan a través de las pensiones de adulto mayor, y párale de contar. El seguro de desempleo está más enfocado a los militantes del PRD para cooptar comités ciudadanos y votantes, nosotros tenemos toda una política de reinserción.
– ¿Xóchitl Gálvez sigue siendo una política incómoda?
Yo creo que no les debe de gustar mi estilo. En un estilo de completa hipocresía en la que todo el mundo da una cara y es políticamente correcto, pero del otro da una puñalada. Yo en cambio digo lo que pienso, lo digo de frente y nunca doy una puñalada trapera.
– ¿Cuáles son sus proyectos a concluir en su administración?
Entregar una delegación con muchos mejores servicios urbanos de lo que la encontré, una delegación más profesional en su trabajo cotidiano en procesos, para empezar en el de los giros mercantiles, de repente te enteras de que embarazaron los archivos. Continuar reforzando todo el tema de datos abiertos y concluir al menos tres de las obras que es el mercado Escandón
– Dentro de la administración pública, una vez terminando su gestión, ¿se ve aún en la Ciudad de México o regresaría a Hidalgo?
A Hidalgo no, mis padres murieron, ya casi no voy a Hidalgo. Yo pensaba que mi misión en la vida era mi estado caciquil corrupto; pero bueno, ese proyecto está totalmente cancelado.
Soy muy feliz siendo ingeniera, no me desagrada regresar a trabajar a la ingeniería, no me desagrada regresar a la sociedad civil, seguir con la fundación haciendo cosas por las mujeres. Tengo una vida de mucha plenitud como mujer, como ingeniera, como empresaria, ahora estoy alejada de la empresa, se la cedí a mi hija, pero puedo regresar a la ingeniería.
– ¿Se afiliaría a algún partido?
No, a ninguno. Los partidos hasta hoy me han aceptado como una candidata ciudadana, además creo que los partidos cada vez se hacen más chiquitos y las personas a las que envían son las que realmente pueden llamarle la atención a los ciudadanos.
¿Qué tienen que hacer los ciudadanos? Revisar la historia de las personas, yo vivo en el mismo departamento que cuando a llegué a trabajar con Fox , y mira que ahí manejé cientos de millones de pesos.
Nunca hubo un escándalo de corrupción ni lo va a haber porque soy incapaz de tomar un centavo.
– ¿Qué opinión le merece el hecho de que no existe esta intención de afiliarse a algún partido, especialmente a Morena? La han visto mucho en estos eventos, ya le llaman parte del bloque.
Yo me divierto muchísimo, lo que me llama la atención son las aseveraciones de que en esta oficina llamé a mi equipo para decirles que me iba a Morena y en mi equipo hubo caras largas. O sea, me muero de la risa, eso no existe, cómo un periodista se atreve a escribir eso, primero sin preguntarme.
Puede fumarse el cigarro de mota, de eso no tengo ningún problema ; pero ¿hacer eso?
Yo creo que hay seres humanos buenos, seres humanos corruptos, seres humanos malos, seres humanos inteligentes. El que yo me siente a platicar con alguien que piensa distinto a mí o que no milita en el partido que me trajo al poder, me enriquece como ser humano, no me quita nada, me da una visión distinta desde una óptica distinta, y ojalá en este país todos platicáramos entre nosotros, todos nos atreviéramos a intercambiar ideas, puntos de vista, reconocer errores.
– Pero dentro de este intercambio de ideas ¿hay cierta afinidad con la delegada de Tlalpan, la apoyaría para ser jefa de Gobierno?
No sé. Es que ni si quiera sé, y eso es algo en lo que Claudia coincidió. Yo creo que ahorita es momento de aterrizar el trabajo, ese va a ser mi mejor año de Gobierno, no lo voy a desperdiciar pensando en cosas que no es el momento que lo piense.