GINEBRA. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó hoy que tras el presunto ataque químico del pasado martes en la localidad siria de Jan Shijún, en la provincia de Idleb, han fallecido 84 personas y han resultado heridas otras 546.
“A fecha del jueves, habían fallecido 84 personas y 546 resultaron heridas en Idleb”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic.
El portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Christoph Boulierac, sostuvo que de los fallecidos al menos 27 eran niños.
74 pacientes fueron trasladados a Turquía, de los que 34 mostraron “síntomas consistentes con una exposición a químicos tóxicos y otros 40 fueron tratados de heridas diversas y otras enfermedades”, explicó.
Una persona murió, otra se encuentra grave y el estado de otra es moderado, pero la mayoría de los pacientes están bien y pueden recibir el alta, recalcó.
Jasarevic explicó, además, que la OMS trabaja con sus socios en la provincia de Idleb para proporcionar las medicinas necesarias, revisar las necesidades sanitarias y asegurar que el personal tenga los conocimientos y los equipamientos médicos suficientes para responder a un ataque de este tipo.
Tanto la OMS como Unicef trabajan para llevar antídotos a la región, en concreto atropina, un agente anticolinérgico.
La organización sanitaria aclaró que no tuvo “absolutamente ningún papel en las autopsias efectuadas por expertos forenses turcos, ni ha tomado muestras o participado en análisis”.
Sí hubo un miembro de la OMS presente durante estas labores porque estaba en la zona para visitar hospitales, verificar el número de pacientes, evaluar las necesidades y validar las cifras de los fallecidos y heridos.
Por ello la OMS no puede confirmar si se ha empleado gas sarín en el ataque, del que varios países responsabilizan al Ejército sirio.
No obstante, la OMS indicó el pasado día 5 que los síntomas de las víctimas refuerza la posibilidad de un ataque químico por la aparente falta de heridas externas de un grupo de casos mostrando la aparición rápida de los mismos efectos, incluyendo incapacidad de respirar como la principal causa de muerte.
Por otra parte, ni la ONU ni las diferentes agencias quisieron hoy comentar el ataque estadounidense contra la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, desde donde aparentemente partieron las aeronaves que lanzaron el ataque químico el martes.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, “sigue de cerca la situación, incluso mediante consultas con interlocutores relevantes, afirmó la portavoz Alessandra Vellucci.
Tanto el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), Jens Laerke, como la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, destacaron a su vez que lamentablemente los ataques aéreos en Siria “no son una novedad en la guerra de Siria“.
Shamdasani indicó que en Idleb y Al Raqa se encuentran entre las provincias que se han visto afectadas por intensos bombardeos en las últimas semanas.
Solo en marzo, la ONU documentó más de 130 fallecimientos de civiles y 170 heridos en Al Raqa, y más de 100 muertes -un tercio de los mismos niños- y 50 heridos en Idleb.
Entre el 3 y 4 de abril fallecieron además al menos 42 civiles -11 mujeres y seis niños- en Guta oriental.
En marzo al menos 8 civiles fueron asesinados en Madaya y tres por ataques terrestres en Fua, relató, en tanto que también aumentan los ataques suicidas, sobre todo en áreas de Damasco.
JMS