El radar que determina a la velocidad a la que viaja un coche, instalado por la Subsecretaría de Control de Tránsito, luego del accidente de un BMW que dejó cuatro muertos, sobre Paseo de la Reforma y Lejia, no es respetado por los automovilistas.

 
El radar tienen como objetivo concientizar a los automovilistas y que éstos disminuyan la velocidad. Sin embargo, 80 % de los que han pasado por el lugar rebasan el límite de velocidad, que es de 50 kilómetros por hora, , según fuentes de la Secretaria de Seguridad Pública capitalina.

 
Caso BMW

 
Por otra parte, término de la audiencia donde se vinculó a proceso a Carlos Villuendas,  su abogado  Eduardo Gómez Chávez, aseguró que la decisión de la juez estuvo influenciada por el peso mediático que hay en el caso.

 
“Se le hicieron exámenes de sangre y de orina y salió negativo a drogas y alcohol, y aun así nos dictan un auto de vinculación. A los jueces les debe de dar temor el estar crucificados por los medios, por eso no van a dictar resoluciones apegadas a derecho”, afirmó el abogado defensor.

 
Sin embargo, en una entrevista con 24 HORAS,  Gabriel Regino, abogado de una de las víctimas del accidente, indicó que “la Fiscalía y los defensores jurídicos, tanto públicos como privados que hemos participado, logramos argumentar que hay elementos suficientes para acreditar que se encontraba en estado de ebriedad el autor de los lamentables acontecimientos”.

 

 

Sin relación

 
Señaló que sí existe un interés público en el caso,  sin en cambio no tiene nada que ver con la resolución que tuvo la Juez en la audiencia el viernes pasado, en la Sala de Juicio Oral de Alto Impacto, del Tribunal Superior de Justicia capitalino.

 
“Decir que la jueza se vio presionada por el impacto mediático que tiene el caso es un falta de respeto a la autonomía del poder judicial y un forma de encubrir la deficiente labor defensiva”, declaró Gabriel Regino.

 
En cuanto, a la prueba  de sangre y orina que dice Gómez Chávez que se le practicaron a su cliente, Gabriel Regino detalló que en el Cruz Roja de Polanco, donde fue trasladado Carlos VIilluendas después del accidente, se le realizó un expediente, en el cual, por protocolo, se llevó a cabo una prueba orina, que estuvo libre de estupefacientes.

 
“El expediente agregado ya a la causa, se determinó por los médicos que el imputado se encontraba en estado de ebriedad, un especialista lo puede determinar a simple vista, no hay necesidad de exámenes, sólo se le realizó una prueba por protocolo, la cual quedo libre de estupefacientes”.