Por fin llegaron las vacaciones de Semana Santa, y probablemente estés pensando salir a descansar unos días, ya sea en la playa o en algún otro lugar donde el sol ilumine por todo lo alto.
O quizá te vayas a quedar en la ciudad, aprovechando que suele ser una buena época para pasear en ella debido a que suele tener mucha menos gente que lo habitual. Pero sea cual sea tu decisión o tu plan, debes tener en cuenta que la radiación solar en estos días puede impactar en tu salud, particularmente en la piel. Por ello, te damos algunas recomendaciones para que te protejas de manera adecuada:
Ojo con el coche
Si vas a viajar por carretera o en una metrópoli, recuerda que los cristales del automóvil no protegen contra el sol, sino por el contrario, ya que funcionan como una lupa, así que no se recomienda conducir un buen rato adentro del mismo. Lo recomendable es que si haces un viaje largo, te protejas de la misma manera que lo harías si estuvieras en la playa, aplicándote protector solar en brazos y rostro, particularmente.
No confiar en las nubes
Los días nublados suelen ser traicioneros, pues aunque aparentemente las nubes protegen de la radiación solar, la realidad es que esta última puede atravesar en 40%, y dependiendo del tipo de nube, hasta 95%, por lo que la recomendación es la misma: aplicarse un buen bloqueador solar.
¿Qué hacer en la playa?
No todas las playas son iguales. Es decir, no es lo mismo si vas a Acapulco o al Caribe o a algún otro lugar exótico, pues los rayos solares no inciden de la misma manera en todas. La radiación solar es más fuerte hacia el trópico, y el rebote de la misma que ocurre con el agua o la arena clara es particularmente peligroso. Eso lo deberás tener en cuenta a la hora de elegir un protector con un factor solar determinado. Mientras más alto, más protección aunque quizá no te broncees como quieres.
¿Y en la ciudad?
Ya sea que pasees por las calles, tomes el sol en una terraza, vayas a algún parque o estés en un lugar donde te da el sol de manera directa, deberás usar un protector solar, al menos, en la parte del rostro, particularmente en la nariz, labios, alrededor de los ojos y orejas, que son los lugares donde más suele darse el cáncer de piel.
Pon atención a esto
El efecto más común y conocido de la exposición al Sol es el eritema o enrojecimiento por quemadura. Produce ampollas y desprendimiento de la piel, y sus efectos suelen durar varios días.
Cualquier cambio de color en la piel indica que hay una lesión por la exposición al Sol.
Se recomienda reducir la exposición al Sol de 10 a 16 horas, que son los momentos del día en que la radiación ultravioleta es particularmente intensa.
Usa un sombrero de ala ancha para protegerte los ojos, las orejas, la cara y el dorso del cuello.
Utiliza lentes de sol de buena calidad, de preferencia que sean envolventes (con cobertura lateral) y que tengan entre 99 y 100% de protección frente a las radiaciones UVA y UVB.
Nunca te quedes dormido al Sol.
Emplea un filtro solar de amplio espectro, con un factor de protección de 15 o superior, y aplícalo generosamente cada dos horas.