PYONGYANG. Mientras centenares de turistas y periodistas llegan a Corea del Norte para las grandes celebraciones del fin de semana, la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un realice una nueva prueba nuclear aumentó hoy aún más la tensión en la región.
Este sábado Pyongyang celebra el 105 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del país y abuelo del actual líder, una fecha conocida como el “Día del Sol” y en la que el régimen comunista podría aprovechar para llevar a cabo una nueva muestra de fuerza.
Fotos tomadas por satélite indican que la base nuclear norcoreana de Punggye-ri estaría “preparada y lista” para un nuevo test, según reveló hoy el portal especializado en Corea del Norte 38north.
Las imágenes, obtenidas en la víspera y analizadas por la web con sede en Washington, muestran “una persistente actividad” en la base donde se realizaron las últimas pruebas norcoreanas.
Mientras, la vida de Pyongyang se centró hoy en los preparativos para las grandes celebraciones y varias calles principales aparecieron cortadas para los ensayos del esperado desfile militar y civil del sábado, que ha traído a centenares de visitantes al hermético país asiático.
La compañía aérea estatal Air Kyoro ha tenido que reforzar con vuelos extra su ruta diaria desde Pekín esta semana y en el aeropuerto de Pyongyang se veían hoy con grandes filas de turistas y delegaciones extranjeras.
Entre ellos un grupo de parlamentarios italianos invitados por el Gobierno norcoreano.
“Íbamos a venir 20 pero al final, entre que es Semana Santa y la situación de tensión, solo hemos viajado seis”, explicó el senador Antonio Razzi a Efe.
En 2012, coincidiendo con el centenario de Kim Il-sung, “el presidente eterno”, Corea del Norte lanzó al espacio un cohete para poner en órbita un satélite, lo que la comunidad internacional valoró como una prueba militar encubierta.
Los últimos indicios muestran que Kim Jong-un podría aprovechar la efeméride para demostrar que no se achica ante los últimos gestos del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha enviado un portaaviones nuclear a la península coreana en respuesta a los últimos lanzamientos de misiles de Pyongyang.
Tras la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero, Washington ha dicho que cambiará la estrategia para terminar con el programa armamentístico norcoreano y que dejará de optar por la llamada “paciencia estratégica” de la Administración de Barack Obama y ha insinuado incluso la posibilidad de realizar un ataque preventivo sobre Corea del Norte.
En este ambiente de tensión, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que ha cerrado filas con Trump, dijo hoy que Corea del Norte podría tener la capacidad de lanzar misiles equipados con armas químicas y trazó paralelismos entre el régimen que lidera Kim Jong-un y el del presidente sirio, Bachar al Asad.
Abe aseguró que Pyongyang “podría ser capaz de lanzar un misil cargado con gas sarín” y destacó que se trata de “una nueva fase de la amenaza” que se suma al programa nuclear norcoreano.
Por su parte, el líder norcoreano ha decido mandar otro mensaje a la comunidad internacional y ha convocado a la prensa extranjera a primera hora de la mañana para que fuera testigo de la inauguración hoy de un nuevo barrio de rascacielos en Pyongyang, el enésimo proyecto de renovación urbana de la capital norcoreana desde que Kim llegó al poder hace justo cinco años.
De cara al aniversario de este fin de semana, el líder norcoreano cortó el lazo inaugural de la avenida Ryomyong tras ser recibido entre vítores por una multitud de ciudadanos que portaban globos de colores y banderas del país, así como por una amplia comitiva militar donde se encontraban muchos altos cargos del régimen.
El primer ministro norcoreano, Pak Pong-ju, pronunció un discurso inaugural durante el acto, en el que también se pudo ver a la hermana del líder, Kim Yo-yong, directora adjunta del Departamento de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores.
Todo un desafío a las sanciones económicas internacionales por sus repetidas pruebas de misiles y nucleares que no han conseguido que la capital del régimen norcoreano esté experimentando una sorprendente renovación que está transformando su antiguo aspecto soviético.
JMS