El Tercer Tribunal en Materia Penal concedió un amparo a Daniel Aguilar Treviño, sentenciado a 50 años de prisión por el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, cometido el 28 de septiembre de 1994. Además, el órgano judicial ordenó reponer el proceso penal en contra del acusado.
Según un diario nacional, el tribunal también instruyó indagar los supuestos actos de tortura de los que Aguilar Treviño aseguró ser víctima para inculparse por el asesinato del cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Al declararse culpable por el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, en aquél entonces secretario General del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ex gobernador de Guerrero, Daniel Aguilar Treviño fue sentenciado el 19 de septiembre de 1996 por el Cuarto Tribunal Unitario, a 50 años de prisión, por los delitos de homicidio y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército.
No obstante, Aguilar Treviño obtuvo obtuvo un amparo argumentando que no contó con una “adecuada defensa”, pues de acuerdo con el Tribunal, existió un conflicto de interés cuando se dictó la sentencia de apelación, ya que su abogado era el mismo que el del coacusado Carlos Ángel Cantú Narváez, y las declaraciones de uno afectaban al otro.
Además los magistrados presumieron actos de tortura contra el inculpado, quien declaró que fue obligado a aceptar la culpa del crimen, por lo que ordenaron que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CMDX), investiguen los hechos.
De acuerdo con el expediente, Aguilar Treviño mató a Ruiz Massieu en la calle La Fragua, de la colonia Tabacalera, en la Ciudad de México, con un disparo a la altura del cuello, usando una pistola nueve milímetros, en los instantes en que el priista abordaba su automóvil.
Tras el disparo, el agresor intentó huir, pero fue detenido por elementos de la Policía Bancaria Industrial (PBI) en avenida Paseo de la Reforma. Por su parte Ruiz Massieu fue atendido en el Hospital Español, en donde casi media hora después murió.
Días después las autoridades capitalinas capturaron a Carlos Ángel Cantú Narváez, quien también enfrenta una sentencia de 50 años de prisión. Tanto éste último, como Aguilar, fueron señalados de recibir 50 mil pesos por parte de Fernando Rodríguez González, para matar al priista.