La bomba no nuclear más grande jamás usada en combate provocó preguntas sobre qué es exactamente esta arma, luego que Estados Unidos atacó un complejo de túneles y cuevas del Estado Islámico en Afganistán.
La “madre de todas las bombas” que destruyó un sitio clave del EI en Afganistán fue en principio una arma fabricada para disuadir al entonces régimen del presidente iraquí Saddam Hussein durante los años 90 del siglo pasado.
La mayor parte de la información disponible públicamente sobre la bomba GBU-43 proviene de un artículo de 2008 de la Base Aérea de Eglin, publicado en el quinto aniversario de la fabricación de la arma, que pesa 21 mil 600 libras, casi diez mil kilogramos.
La GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast, cuyas siglas en inglés, MOAB, la hacen conocida como “Mother Of All Bombs”: la madre de todas las bombas.
Forma parte del arsenal de Estados Unidos y su poder explosivo solo está por debajo de una bomba nuclear como las usadas en Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Durante las pruebas, el arma creó una nube de hongos que se podía ver a 20 millas de distancia de la explosión, según la historia de la Fuerza Aérea.
Cada MOAB cuesta alrededor de 16 millones de dólares, según el sitio web de información militar Deagel. Con 20 hechas hasta ahora, el sitio dice que los militares estadunidenses han gastado unos 314 millones en la producción del explosivo.
La MOAB es una bomba que pesa casi 10 mil kilogramos, lo que es equivalente al poder de 11 toneladas de TNT y la convierte en el arma más poderosa antes de las bombas de reacción nuclear.
No obstante, está muy lejos de provocar el tipo de destrucción que causan las bombas atómicas, como la que arrojó Estados Unidos en la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945.
Su principal efecto es una ola de explosión masiva que se extienden por un radio de 1,6 kilómetros. Su carcasa de aluminio fue diseñada específicamente para maximizar el radio de la explosión.
Tiene una longitud de nueve metros y regularmente es portada por un avión Hércules MC-130 que la suelta con ayuda de un paracaídas y después es guiada por el sistema GPS hasta su detonación poco antes de tocar terreno.
Fue probada por primera vez en 2003 en Florida, cuando este país sostenía operaciones contra Irak y Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El objetivo original de la denominada MOAB, o bien “Misión de explosiones aéreas” o “Madre de todas las bombas”, era actuar como un elemento de disuasión no nuclear contra el expresidente iraquí Saddam Hussein.
“El objetivo es que la presión sea tan grande que Saddam Hussein coopere”, señaló el secretario de Defensa Donald Rumsfeld en una entrevista en 2003, según la historia de la Base Aérea de Eglin.
“A falta de eso -una falta de voluntad para cooperar- el objetivo era tener las capacidades tan claras y tan obvias que hubiera un enorme desincentivo para que los militares iraquíes lucharan contra la coalición”.
La bomba fue desarrollada rápidamente por la Fuerza Aérea a partir de 2002 como un reemplazo para el BLU-82 Daisy Cutter.
Mientras que el MOAB era más grande, también era más inteligente, con la orientación GPS capaz de permitir operaciones de bombardeo más precisas.
Pero mientras el arma fue desplegada inicialmente en el Medio Oriente en 2003, esta es la primera vez que se ha utilizado. Originalmente diseñado como un elemento de disuasión, ahora se está desplegando como una herramienta activa en la guerra contra el terrorismo.
“¿Qué es peor que desencadenar en la sociedad la ira de la mayor bomba no nuclear aún por fabricarse?”, se preguntó el documento publicado por la Base Aérea Eglin de 2008. “Dejar que el mundo sepa que está ahí y lista para ser usada en cualquier momento”, señala.
JRAM