GIJÓN. El Real Madrid se vio obligado a remontar por dos ocasiones a un Sporting que plantó cara en todo momento pero no supo sujetar a Isco Alarcón, que hizo lo que quiso durante todo el encuentro, incluidos dos goles, el de la victoria en el 90.
Ausente en Múnich y foco de debate durante toda la temporada, Isco volvió a reivindicarse con un gran partido, que se le complicó contra pronóstico al líder hasta el último instante.
Zinedine Zidane sólo mantuvo a dos jugadores, los centrales Sergio Ramos y Nacho con respecto al partido ante el Bayern por lo que en El Molinón presentó su “segunda unidad”, dando minutos a jugadores como James, Isco, Morata o Asensio que por su falta de minutos salieron a ganar más protagonismo.
El entrenador del Sporting, Joan Francés Ferrer, Rubi, optó por un sistema diferente al habitual y situó de inicio a los tres centrales, Meré, Amorebieta y Babin con Lillo en el lateral derecho y un hombre de largo recorrido como Isma López en el izquierdo.
Los madrileños dominaron desde el inicio, pero el Sporting se adelantó en el marcador tras una gran combinación de Mikel Vesga sobre Cop, al que mandó el balón en una gran vaselina por encima de Nacho que el delantero rojiblanco remató sin dejarla botar.
Fue un gol muy celebrado en las gradas y en el campo y con el que el delantero croata se tomó la revancha tras haber fallado en el partido de la primera vuelta un penalti en los últimos minutos del partido que podía haber supuesto un valioso empate en el Santiago Bernabéu.
Pero la alegría sportinguista duró tan sólo tres minutos, los que tardó Isco en poner el balón en la escuadra de la portería de Cuéllar tras driblar a varios defensas que no se mostraron contundentes a la hora de tratar de parar al internacional malagueño.
El Real Madrid tuvo en Isco a su jugador más determinante, se movió por todo el campo y no sólo creó peligro sino que sacó la pelota desde atrás cuando la ocasión lo requería.
Los madridistas tuvieron un par de ocasiones más, pero primero Lucas Vázquez y luego Morata remataron de cabeza alto sendos centros laterales tras ganar la acción a los centrales locales.
Al Sporting le duraba muy poco el balón y eran más internadas individuales, especialmente por la banda izquierda, las que llevaban un mayor peligro a la meta defendida en esta ocasión por Casilla que, no obstante, apenas tuvo que intervenir.
La última ocasión fue para el Real Madrid en una contra que cogió a la defensa local con menos efectivos ya que habían subido al ataque para rematar un córner pero Jorge Meré llegó justo a tiempo para evitar el remate de Lucas Vázquez.
La segunda parte comenzó con una gran ocasión para el Real Madrid en una falta de Amorebieta sobre Isco en un vértice del área que remató Nacho de cabeza y que Cuéllar rechazó con una pierna, mientras que al rebote no llegó Morata por centímetros.
En la jugada siguiente, el Sporting llegó a las inmediaciones del área y Babín de cabeza metió el balón al centro del área en el que tocó, también de cabeza, Mikel Vesga, un balón que hizo una parábola que superó a Casilla y provocó el delirio en la grada.
Con el marcador en contra, Zidane metió a Marcelo por Coentrao buscando una mayor llegada por la banda en la que Lillo ya estaba pasando bastantes apuros.
El Real Madrid volvió a lograr el empate en un remate de cabeza de Morata que ganó en el salto a Babin sin que Cuéllar tuviese tiempo para reaccionar.
El dominio visitante se incrementó con el paso de los minutos y el Sporting se veía incapaz de salir de su campo más que en contadas ocasiones, ante lo que Rubi decidió hacer dos cambios y dio entrada a Nacho Cases y Ndi por Moi Gómez y Cop.
El líder lo siguió intentando y acabó logrando la victoria en el último minuto merced a otra genialidad de Isco, el mejor de largo de todo el partido, que se sacó un disparo raso y pegado al poste derecho al que no llegó Cuéllar.
JMS