Al menos 126 personas murieron, entre ellos 68 niños, por un atentado ocurrido la víspera contra un convoy de refugiados en la ciudad siria de Alepo, denunció hoy el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
“Los equipos de defensa civil han logrado recuperar 126 cadáveres y siguen buscando sobrevivientes, aunque muchos de los autobuses fueron totalmente destruidos”, indicó el grupo opositor, que cuenta con una red de monitores para informar sobre el conflicto en Siria.
En un reporte, el OSDH resaltó que al menos 68 niños estaban entre las víctimas de las explosiones de ayer en la localidad de Rashidin, al oeste de Alepo, ocurridas cerca de un convoy de autobuses, en los que viajaban decenas de residentes evacuados de las ciudades de Foua y Kefraya, en la provincia de Idlib.
Las cifras del grupo son superiores a las dadas por Defensa Civil Siria, un grupo de voluntarios de rescate que opera en zonas rebeldes, el cual aseguró que al menos 100 personas murieron, distinto a la televisión estatal, que reportó 39 fallecimientos.
En su reporte, difundido en su página en Internet, el OSDH indicó que la explosión provino de un artefacto artesanal, que fue colocado en un vehículo, que se aproximó hasta el convoy, mientras que medios de comunicación estatales afirmaron que fue obra de un atacante suicida.
La televisión estatal y la agencia de noticias SANA difundieron este domingo fotografías y videos del lugar del atentado, en los que se muestra restos de cuerpos quemados y de los autobuses destruidos, en medio de una gruesa nube de humo negro.
“Parece que la explosión ocurrió en la parte delantera del convoy, que era de aproximadamente 70 autobuses. Aparentemente sucedió en un área donde los enfermos y los heridos estaban siendo transferidos”, indicó Hoda Abdel-Hamid, del grupo Antakya en Turquía.
En declaraciones a la televisión árabe Al Yazira, Abdel-Hamid indicó que las víctimas eran docenas y que entre ellas, muchas eran mujeres y niños que habían logrado salir de la asediada ciudad de Idlib, tras el acuerdo alcanzado entre el gobierno sirio y los rebeldes.
En la primera etapa de dicho acuerdo unas ocho mil personas, entre ellas dos mil combatientes progubernamentales podrían dejan las dos ciudades de Foua y Kefraya, aunque sólo pudieron salir cinco mil, incluidos mil 300 combatientes.
El acuerdo para evacuar las ciudades fue el último de una cadena de convenios, promocionados por el gobierno como la mejor manera de poner fin a los combates, que han dejado cerca de medio millón de víctimas desde el inicio del conflicto armado en 2011.
Ahrar al-Sham, un grupo rebelde clave en el norte de Siria, condenó el ataque que calificó de “cobarde”, reconoció que muchos de sus miembros murieron en la explosión y dijo que la organización estaba dispuesta a cooperar en las investigaciones para dar con los culpables.
El conflicto sirio, que inició el 15 de marzo de 2011 con una protesta contra el régimen de Bashar Al Assad y se convirtió en una guerra civil, ha dejado más de 460 mil muertos, más de dos millones de heridos, además casi 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países.
aarl