Maribel Trujillo Díaz, una inmigrante mexicana madre de cuatro hijos y quien vive desde hace 15 años en Fairfield, Ohio, fue deportada hoy a México, pese a los esfuerzos de diferentes organizaciones comunitarias, la arquidiócesis de Cincinnati e incluso el gobernador John Kasich.
La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) efectuó la deportación este miércoles como estaba previsto, informó Troy Jackson vocero de “The AMOS Project” una federación de congregaciones religiosas de Cincinnati que abogó durante varios meses a favor de la inmigrante para evitar que fuera separada de su familia.
La familia de Trujillo Días, quien llegó a Estados Unidos en 2002, dijo que huyó de México para escapar de los cárteles de la droga y la violencia, por lo que ha solicitado asilo dos veces aunque ambas peticiones le han sido denegadas.
Agentes del ICE la detectaron por primera vez en 2007, cuando se encontraba entre decenas de trabajadores indocumentados detenidos durante una redada de inmigración a la planta de la compañía procesadora de alimentos “Fairfield Koch Foods”.
El ICE intentó deportarla en 2016, pero las súplicas de grupos comunitarios y de líderes religiosos que abogaron por ella permitieron que la dependencia federal le concediera un permiso temporal que debía durar hasta julio próximo.
El permiso aún era válido cuando agentes del ICE la arrestaron de nuevo a principios de este mes, según su pastor, el reverendo Mike Pucke.
La Arquidiócesis Católica de Cincinnati solicitó misericordia, al asegurar que Trujillo Díaz ha hecho contribuciones positivas a su iglesia y a su comunidad en el condado de Butler, justo al norte de Cincinnati.
En febrero pasado, el arzobispo Dennis M. Schnurr escribió una carta a la Oficina de Inmigración y Aduanas abogando por la inmigrante. “Estoy escribiendo para pedir clemencia a Maribel Trujillo Díaz, madre de cuatro hijos y miembro activo de nuestra comunidad católica arquidiocesana”, indicó el religioso en la misiva.
La semana pasada, un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del Sexto Circuito negó a Trujillo la petición para una suspensión de emergencia.
Tras el fallo de la Corte Federal de Apelaciones, Gustavo González, esposo de Trujillo Díaz, divulgó una declaración diciendo en parte que “no hay razón por la que el gobierno debe separar a una familia por no tener documentos. Ella no tiene antecedentes penales. Sólo quiere luchar por una vida mejor para su familia”.
La abogada de Trujillo, Emily Brown, dijo que decidieron no apelar la decisión de la Corte y que esperaba que el ICE usara su discreción para hacer lo correcto y no deportarla.
Brown dijo que esperaba que las declaraciones del senador demócrata Sherrod Brown, del senador republicano Rob Portman y del gobernador John Kasich en nombre de Trujillo motivaran al ICE a detener la deportación, lo que no ocurrió.
La abogada dijo también que estaba trabajando con el Consulado de México para brindar apoyo a Trujillo, porque “básicamente no tiene nada” con ella y nada la espera en México.