El Senado de Estados Unidos confirmó hoy como secretario del Departamento de Trabajo al abogado hispano Alexander Acosta, que se convirtió así en el único integrante latino del Gabinete de Donald Trump.
Con 60 votos a favor y 38 en contra, Acosta fue confirmado 98 días después de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Acosta encontrará encima de la mesa del Departamento de Trabajo varios asuntos que han quedado en el limbo durante más de tres meses, como el futuro de la medida que ampliaría el pago de horas extras a los trabajadores con salarios más bajos, ahora impugnada en los tribunales.
La norma aprobada por el gobierno anterior amplía de los actuales 23.660 dólares anuales a los 47.476 dólares el salario mínimo por el que los trabajadores tienen derecho a cobrar las horas extra. Aunque Acosta se mostró partidario de ampliar esa cifra, dijo que el nuevo límite podría “estresar” a las empresas.
Nacido en Miami, hijo de inmigrantes cubanos y licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Harvard, Acosta fue elegido en 2005 por el entonces fiscal general, el también hispano Alberto Gonzales, para convertirse en el primer latino que ocupaba el puesto de fiscal general adjunto principal.
Asimismo, se ha desempeñado como un fiscal federal que ha llevado a juicio a líderes de carteles del narcotráfico de Colombia y a reconocidos políticos estadounidenses en sonados casos de corrupción en el sur de Florida.
Trump anunció en febrero la nominación de Acosta después de que Andrew Puzder, su primer candidato para el puesto, renunciase a él tras las numerosas críticas recibidas de senadores republicanos y demócratas por su polémico historial empresarial y personal.
Antes de que Puzder retirara su candidatura, Trump había armado el primer gobierno sin integrantes latinos desde 1988.
Acosta sucede a otros dos hispanos –Thomas Pérez e Hilda Solís– que lideraron el Departamento de Trabajo durante el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
Pérez, de origen dominicano y actual líder del Partido Demócrata, ocupó esa cartera entre 2013 y 2017, mientras que Solís, hija de inmigrantes de México y Nicaragua, asumió entre 2009 y 2013.
jram