Entre 2007 y 2015, el número de homicidios anuales donde las víctimas fueron niños y jóvenes menores de 19 años se duplicó, al pasar de mil 002 a mil 948, esto según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Sin embargo, de acuerdo a los datos del INEGI, la escalada de homicidios entre niños y jóvenes alcanzó su mayor nivel en 2011, cuando se contabilizaron dos mil 915; aunque hubo una disminución en los siguientes dos años, para 2015  (el más reciente de información disponible) la cifra se ubicó en mil 948.

 

Para José María Aramburu Alonso, director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, este incremento en los homicidios de los menores de edad sólo se puede explicar por el estallido de la violencia del crimen organizado que comenzó con la llamada “Guerra contra el narco”, iniciada por el ex presidente Felipe Calderón.

 

“Ya el número (de homicidios) es tan elevado que la tendencia es muy clara: son homicidios vinculados con el crimen organizado. Puede haber errores, pero son los menos, los daños colaterales son los menos. Estos homicidios, en su mayoría, están vinculados a delitos y conductas relacionadas con el crimen organizado”, aseveró el académico.

 

Recordó que entre 1993 y 2007, el INEGI reportó una tendencia de alrededor de mil homicidios anuales de menores de edad, pero desde 2008 el número ha crecido de manera constante, sobre todo en entidades como Chihuahua y Sinaloa, donde es conocida la fuerte presencia de grupos delictivos que cooptan a los chicos.

 

Xavier Rodríguez

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De acuerdo a los números, entre 2007 y 2015 Chihuahua fue la entidad con mayor número de homicidios de menores de edad, al registrar un total de dos mil 663.

 

También destaca que, de acuerdo al Ranking Mundial 2016 de las Ciudades más peligrosas del mundo, que realiza el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Chihuahua, Ciudad Juárez y Mazatlán se encuentran entre las 50 urbes con mayor inseguridad.

 

Aramburu Alonso añadió que los grupos delictivos aprovechan la vulnerabilidad de jóvenes que están fuera de la escuela y en familias disfuncionales.

 

“Con familias disfuncionales son más vulnerables, se registra deserción escolar. Estamos viendo las variables idóneas para que estos jóvenes se alisten en los grupos delictivos, para que los muchachos se conviertan en carne de cañón”, finalizó.

 

CIFRA

 

30 mil menores de edad, aproximadamente, cooperan con el crimen organizado, según el informe Violencia, niñez y crimen organizado 2016, realizado la CIDH.

 

aarl